Piñera cambia la mitad de su gabinete, asediado por una crisis de popularidad
El mandatario destituyó al canciller Roberto Ampuero e hizo modificaciones en carteras como Economía y Salud
SANTIAGO, Chile.- En medio de la tormenta política que vive su gobierno con los índices más bajos de aprobación durante su segundo mandato, el presidente chileno, Sebastián Piñera , ordenó una reestructuración en su gabinete.
El ajuste incluyó el regreso de tres exministros y enroques en dos carteras, pero no modificó ni un ápice el comité político que lo escolta en el Palacio de La Moneda.
El cambio de colaboradores, del que se venía hablando desde hace al menos un mes, fue anunciado por el jefe de Estado en la sede de gobierno y contempló cambios en seis carteras y la destitución de varios personeros emblemáticos.
"Después de haber hecho todos los esfuerzos de diálogo y de búsqueda de acuerdo, creo que llegó el tiempo de las definiciones y de la acción", dijo Piñera en la ceremonia de juramento de sus nuevos ministros, que ocuparán los ministerios de Desarrollo Social, Salud, Energía, Obras Públicas, Economía y Relaciones Exteriores.
La cancillería, justamente, fue uno de los puntos más críticos de los últimos meses y la salida de Roberto Ampuero era de una las apuestas seguras de los analistas. La confusa política exterior chilena y el papel del escritor de novelas policíacas en posicionar un confuso liderazgo regional de Sebastián Piñera ante la crisis venezolana no fueron bien evaluados desde el espectro político.
"Fue una mala apuesta. Tradicionalmente todos los ministros de Relaciones Exteriores en Chile han sido populares y están a cargo de causas y tareas que convocan a todos, pero el ministro Ampuero cometió dos errores: el primero, fue usar su experiencia personal para instalar un enfoque político", señaló a la nacion Kenneth Bunker, doctor en Ciencias Políticas de London School of Economics.
"Él fue comunista en sus años de juventud, vivió en Cuba y escribió dos libros sobre eso, y Piñera pensó que muchos se podrían identificar con personas que piensan en la nobleza de la izquierda, y que se dan cuenta de que no funciona. Pero en Chile la cancillería es un lugar sagrado y las personas buscan instituciones, una visión de Estado, todo lo contrario al enfoque personal", añadió el analista.
"Y el segundo error fue en dividir a los chilenos en buenos y malos. Y eso lo vemos en la crisis venezolana. Ampuero separó a la región en los buenos, la derecha; y los malos, que son la izquierda, para poder apurar la salida de Nicolás Maduro. Le faltó diplomacia y oficio", cerró Bunker sobre el saliente funcionario, quien será reemplazado en la Cancillería por Teodoro Ribera, que fue ministro de Justicia en el primer mandato de Piñera.
Otro de los flancos que provocaron cambios en el equipo del mandatario de centroderecha fue el manejo económico. En su discurso ante el Congreso, donde entregó su segunda cuenta pública, Piñera proyectó entre un 3% y 3,5% la estimación de crecimiento para este año, y bajó las proyecciones oficiales que indicaban cifras sobre el 3,5%. Y aunque los números no son tan adversos considerando el contexto regional, el gran déficit se vincula con las altas expectativas que el político de derecha generó en su campaña presidencial y la posterior sensación de desencanto que se instaló, sobre todo por la tasa de desocupación nacional que registró un 6,9 en la última medición.
"La economía mundial se ha debilitado, está creciendo menos que el año pasado y además el comercio mundial está cayendo, lo que no ocurría hace muchas décadas. Y los precios de los productos que exportamos han bajado y los que importamos han subido", señaló al respecto Piñera, quien decidió destituir a José Ramón Valente, y nombrar a Juan Andrés Fontaine como nuevo ministro de Economía.
"El principal problema de la economía en Chile pasa por las reformas, la tributaria y la de pensiones, que no han tenido acogida en el Congreso, lo que es un problema político. El gobierno no tiene mayoría en el Parlamento, y esas expectativas de cambio de la ciudadanía no se han cumplido porque han tenido mucha obstrucción por parte de la oposición", sostuvo Rodrigo Saens, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca.
"El presidente desperdició la oportunidad de hacer cambios en las áreas críticas de su gobierno, el equipo político y el Ministerio de Hacienda", añadió Álvaro Elizalde, presidente del Partido Socialista, opositor al gobierno.
El cambio de funcionarios se produjo el mismo día en que el gobierno de Piñera recibió uno de sus golpes más duros: la divulgación de la encuesta CEP, reconocido como el estudio más importante de este tipo en Chile, y que dio cuenta de números negros para su gestión: un escuálido 25% de aprobación, y un rechazo general al gobierno del 50%.