Por la avería cuando volaba a Buenos Aires, Merkel evalúa comprarse otro avión

BERLÍN.- Fue una vívida ilustración de la brecha entre las ambiciones de la política exterior de Alemania y sus verdaderas posibilidades: la canciller Angela Merkel llegó tarde,y finalmente en un vuelo comercial, a la cumbre crucial de líderes del G-20 porque su avión oficial no daba seguridades para volvar.

Sorprendida por el fiasco de Merkel para viajar con todos los honores a la cumbre de Buenos Aires el 30 de noviembre, la ministra de Defensa, Ursula Von der Leyen, anunció planes para comprar otro avión y aumentar la dotación de personal del sector de transporte VIP dentro de la fuerza aérea.

En una entrevista con el periódico Bild am Sonntag (BamS), cuyos extractos se publicaron hoy, Von der Leyen dijo que el gobierno destinaría hasta 300 millones de euros para agregar otro avión de largo alcance a la flota de Airbus existente.

"Que la canciller llegue tarde a la cumbre del G-20 es algo grave", dijo. "Para evitar que eso vuelva a suceder, estamos ampliando la tripulación y contemplando la compra de uno o dos aviones más de largo alcance".

El vuelo de Merkel a la cumbre se suspendió una hora después del despegue cuando los sistemas de comunicaciones fallaron a bordo de su avión de gran porte, un A340, lo que la obligó a volar en primera clase comercial vía Madrid al día siguiente.

Un cambio a otro avión de largo alcance de la fuerza aérea era imposible porque la tripulación ya había alcanzado su número máximo de horas de vuelo y no había turnos de reemplazo disponibles.

A diferencia de muchos otros países líderes, Alemania cuenta con una flota de aviones antiguos para transportar a sus dirigentes a todo el mundo, lo que refleja un enfoque tradicionalmente cauteloso de las adquisiciones militares en un país donde la cultura pacifista de la posguerra es muy fuerte.

Según BamS, el gobierno aspira a comprar al menos un avión más de largo alcance, probablemente un A330 usado o, en un quiebre de la tradición, un A350 nuevo recién salido de la línea de producción.

Agencia Reuters