Por las filtraciones, el Vaticano denuncia un ataque en su contra
El vocero del Papa consideró una ofensiva las fugas de documentos y criticó a los medios
ROMA.- Después de las últimas filtraciones de documentos de la Iglesia hiperreservados que hablaban de corrupción, nepotismo, intrigas, luchas de poder, reciclaje de dinero y hasta de un complot para matar al Santo Padre , el Vaticano salió a contraatacar.
Una nota que difundió anteanoche su vocero, el padre Federico Lombardi, si bien admite que esta filtración inédita de papeles es "triste", culpa a los medios de darles interpretaciones erróneas y malintencionadas , y consideró el ahora llamado "VatiLeaks" una nueva ofensiva contra la Iglesia.
"Hoy debemos todos mantener la calma, porque nadie se puede sorprender de nada. La administración norteamericana ha tenido WikiLeaks; el Vaticano tiene ahora sus leaks , sus fugas de documentos, que tienden a crear confusión y desconcierto y a desacreditar al Vaticano, al gobierno de la Iglesia y a la Iglesia misma", indica la larguísima nota de Lombardi.
"A la gran serie de ataques a la Iglesia sobre el tema de abusos sexuales justamente correspondió un compromiso serio de renovación en el largo plazo [...]. Al mismo tiempo, se sabe que hay en curso un compromiso serio para garantizar una verdadera transparencia del funcionamiento de las instituciones vaticanas también desde el punto de vista económico [...]. Ahora, diversos documentos difundidos tienden justamente a desacreditar este compromiso -asegura el vocero en la nota-. Quien piensa que desalentará al Papa y sus colaboradores en este compromiso se equivoca."
El vocero alude específicamente a los documentos confidenciales salidos a la luz en los últimos tiempos. Es decir, a la carta difundida por el programa televisivo Los intocables , escrita por el entonces número dos del Governatorato y actual nuncio apostólico en Estados Unidos, Carlo María Viganó, al Papa, en la que denunciaba "situaciones de corrupción y prevaricato" en el seno de la Santa Sede.
Al mismo tiempo, se refería a documentos que revelan manejos financieros turbios del IOR (Instituto para las Obras de Religión), conocido como el Banco Vaticano.
Y, por último, a la carta anónima "estrictamente confidencial" enviada a Benedicto XVI, que publicó el viernes pasado un diario italiano, que hablaba de un supuesto complot contra el Papa. Esta epístola, auténtica y escrita en alemán (que le hizo llegar el cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos a Benedicto XVI en enero), saca a la luz inquietantes declaraciones que habría realizado en un misterioso viaje a China el cardenal italiano Paolo Romeo, arzobispo de Palermo (Sicilia).
Romeo no sólo habría dicho que el Papa moriría "en 12 meses", sino que habría hablado de una relación conflictiva entre Benedicto XVI y su segundo, el cardenal Tarcisio Bertone, y del trabajo que estaría haciendo el Papa para su sucesión. El ex patriarca de Venecia y actual arzobispo de Milán, el cardenal Angelo Scola, sería el candidato número uno de Benedicto XVI para que sea su sucesor en el trono de Pedro.
Confusión
"Se trata de documentos de naturaleza y peso diversos, nacidos en tiempos y situaciones distintas", puntualiza Lombardi en su nota. "Juntar todo sólo sirve para crear confusión. Y una información seria debería saber distinguir las cuestiones y entender sus diferentes significados", añade.
Su nota fue difundida anteanoche, después de que un cable de la agencia de noticias Reuters, titulado "El amotinamiento de los monseñores", se hiciera eco de las intrigas que arrecian en estos días en los sacros palacios. Y fue considerada por expertos consultados por LA NACION "otro gol en contra del Vaticano, que en vez de dejar morir el tema, lo reaviva y potencia con esta respuesta".
"Es obvio que las actividades económicas del Governatorato deben ser manejadas sabiamente y con rigor; es claro que el IOR y las actividades financieras deben insertarse correctamente en las normas internacionales contra el reciclaje", sostiene Lombardi. "Estas son evidentemente las indicaciones del Papa. Mientras que es evidente que la historia del complot contra el Papa es una locura y no merece ser tomada en serio", agrega.
"Claro, hay algo triste en el hecho de que [los documentos confidenciales] sean pasados con deslealtad del interior al exterior de modo de crear confusión", indica, al admitir la autenticidad de las cartas filtradas.
"Hay responsabilidad de una y otra parte. Sobre todo de parte de quien entrega este tipo de documentos, pero también de parte de quien se mueve para usarlos con fines que no son ciertamente el amor puro de la verdad. Por eso debemos resistir y no dejarnos arrollar por la confusión, que es lo que los malintencionados desean, y seguir siendo capaces de razonar. En cierto sentido la existencia de ataques más fuertes es señal de que hay en juego algo importante", remata.
La mayoría de los vaticanistas interpretó la fuga de noticias como un reflejo de una "guerra intestina" que recrudece en el Vaticano, donde se hace cada vez más evidente la deriva y el desgobierno del brazo derecho del Papa, el cardenal Tarcisio Bertone.
"En cuanto a la cuestión de supuestas luchas de poder en vista del próximo cónclave, invito a observar que los pontífices elegidos en este siglo han sido todos personalidades de altísimo e indiscutido valor espiritual", concluye Lombardi.
Especulaciones sobre una renuncia
ROMA (De nuestra corresponsal).- Al desestimar la hipótesis de un atentado contra el Papa, monseñor Luigi Bettazzi, obispo emérito de Ivrea (Italia), especuló con una eventual renuncia. "Pienso que [lo del complot] es un sistema para preparar la eventualidad de las dimisiones", dijo Bettazzi.
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