Por qué Francia cancelará los vuelos domésticos de corta distancia
Los viajeros deberán usar tren u ómnibus a lugares a los que se pueda llegar en menos de dos horas y media por esos medios, según el proyecto de Ley de Clima de Macron
PARÍS.- Como parte de la ley medioambiental impulsada por el presidente Emmanuel Macron, la Asamblea Francesa aprobó la cancelación de todos los vuelos domésticos para destinos a los que se pueda llegar en tren u ómnibus en menos de dos horas y media.
La Asamblea Nacional votó este fin de semana a favor de la medida insignia del llamado Proyecto de Ley de Clima y Resiliencia, que es criticada como “insuficiente” tanto por ONG como por organismos asesores del Ejecutivo. La Convención ciudadana por el Clima -un grupo de 150 ciudadanos representativos de la sociedad francesa, elegidos al azar en octubre de 2019- había exigido que esta medida se aplique a todos los vuelos a destinos a los que se pueda llegar en menos de cuatro horas por otros medios. Esta hipótesis fue finalmente descartada por el gobierno para no correr el riesgo de recortes de puestos de trabajo en Air France, la aerolínea de bandera ya muy afectada por la pandemia y las restricciones de viaje, y no aislar determinados territorios.
El ministro de Transporte, Jean-Baptiste Djebbari, dijo a los diputados: “Elegimos las dos horas y media porque con cuatro horas se corre el riesgo de aislar territorios sin litoral, incluido el gran Macizo Central, lo que sería injusto”.
En sus 68 artículos la ley que impulsa Macron contempla medidas para que “la ecología entre en el hogar de cada francés y acelere nuevas formas de desplazarse, alimentarse, consumir o alojarse”. Entre otros, incluye la prohibición de la publicidad “a favor de las energías fósiles” y el fin de la venta, a partir de 2030, de vehículos muy contaminantes, y la prohibición, a partir de 2028, de alquilar viviendas mal aisladas y que por tanto requieren altos gastos energéticos, lo que en Francia se denomina “coladores térmicos”. Asimismo, propone la introducción del delito de “ecocidio”, castigado con hasta 10 años de cárcel y 4,5 millones de euros de multa, en caso de destrucción intencionada del medioambiente con efectos duraderos sobre “la salud, la flora, la fauna o la calidad del aire, del agua o de los suelos”.
Concretamente, la medida aprobada ahora significa que las aerolíneas que conectan París con las ciudades de Nantes, Burdeos y Lyon, vuelos que duran entre 70 y 90 minutos pronto desaparecerán. Sin embargo, existe una excepción para el transporte de correspondencia. Un viajero que deba hacer un vuelo Nantes-París-Nueva York, deberá trasladarse en forma terrestre en el tramo Nantes-París.
Las autoridades propondrán eliminar los vuelos de estos tramos: París Orly-Bordeaux; París Orly-Lyon; París Orly-Nantes; París Orly-Rennes, y Lyon-Marsella.
Hace un año, el gobierno francés concedió un préstamo de 7000 millones de euros a Air France-KLM con la condición de que abandone determinados vuelos nacionales. La nueva medida aprobada este fin de semana también prohíbe a las compañías de bajo costo ofrecer vuelos en rutas nacionales que quedarán prohibidas para Air France.
Por su parte, el director ejecutivo de Air France-KLM, Benjamin Smith, dijo que la aerolínea se había comprometido a reducir el número de sus rutas nacionales francesas en un 40% para fines de este año.
Posteriormente, otras líneas podrían verse afectadas por esta medida, y los vuelos que unen París, con Toulouse, Rennes, Marsella y Niza podrían cancelarse.
La Agencia Europea del Medio Ambiente considera que el avión es el medio de transporte más contaminante. Suponiendo, por ejemplo, que un avión lleva 88 personas a bordo, resultaría que emite 285 gramos de CO2 por pasajero y kilómetro.
A bastante distancia estarían los camiones, que con una media estimada de 1,5 pasajeros emitien 158 gramos de dióxido de carbono, mientras que el automóvil, con el mismo número de pasajeros emite 104 gramos de CO2. Una motocicleta, en cambio, con un 1,2 pasajeros de media libera 72 gramos y el ómnibus, con un promedio de 12,7 viajeros, provoca la emisión de 68 gramos de CO2, siempre por pasajero.
El tren es el que sale ganando, ya que emite solo 14 gramos de dióxido de carbono y es el que transporta a más personas: 156.
Agencia AFP
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