Quién es Carlos Ghosn, el "asesino de costos" y magnate automotriz que cayó en desgracia
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TOKIO.- De ascendencia libanesa, Carlos Ghosn Bichara nació en Rondonia, Brasil, el 9 de marzo de 1954, y es ciudadano brasileño, libanés y francés. El empresario, que se fugó de Japón el martes pasado, presuntamente en un estuche de contrabajo hecho en madera, fue el jefe de la alianza automotriz que incluye a las empresas Nissan, Renault y Mitsubishi y de la cual fue el principal impulsor, y fue señalado por muchos como una persona capaz de hacer que una empresa al borde de la quiebra vuelva a ponerse en pie rápidamente.
Considerado un jefe inflexible y adicto al trabajo, fue apodado el "asesino de costos" en la década de 1990 por recortar 20.000 empleos y cerrar cinco fábricas. Fue responsable del dramático giro de Nissan en los primeros años del siglo XXI, cuando la empresa automotriz estaba al borde de la quiebra. Su reputación fue consolidada después de que la estrategia resultara exitosa.
Cuando tenía dos años, bebió agua no potable por accidente y estuvo cerca de perder la vida. Debido a su frágil estado de salud, su familia decidió mudarse a Beirut, la capital del Líbano , cuando él tenía seis años. Allí realizó sus estudios primarios y secundarios en un colegio jesuita. Luego se mudó a París, donde se recibió de ingeniero en 1978 tras estudiar en la Escuela Politécnica y la Escuela de Minas de París.
Ghosn inició su carrera en Michelin, ocupando cargos en Francia y Brasil. Tras casi dos décadas en esa compañía, ingresó a Renault en 1996 y unió a Nissan tres años más tarde, luego de que la empresa francesa comprara una participación en el fabricante japonés. Dos años más tarde, se convirtió en su principal ejecutivo en 2001.
En 2005 se convirtió en presidente ejecutivo de Renault y en 2017 asumió la presidencia del consejo de administración de Mitsubishi Motors. La acumulación de poder y su estilo de gerencia autoritario provocaron progresivamente el enfado de sus empleados. Dos de ellos, Hari Nada y Toshiaki Onuma, iniciaron un sumario interno y cooperaron con las autoridades en la investigación que condujo a su arresto y al del estadounidense Greg Kelly, el 19 de noviembre de 2018, acusados de malversación financiera. Ambos fueron despedidos por Nissan unos días más tarde.
Ghosn, que debía ser juzgado en Japón a partir de abril próximo, estuvo detenido durante un total de 130 días en dos períodos distintos entre diciembre de 2018 y abril de 2019, cuando le fue otorgada la libertad condicional bajo fianza por segunda vez. Sin embargo, el empresario debió someterse a condiciones muy estrictas. El tribunal de Tokio a cargo de su enjuiciamiento fijó su domicilio en una vivienda en el centro de Tokio y exigió que se instalara una cámara de vigilancia en la entrada. Los términos del arreglo incluían además la prohibición de salida del país asiático y la retención de sus pasaportes por parte de sus abogados; también se le prohibió el acceso a internet y solo podía comunicarse por medio de un celular provisto por sus abogados y debía pedir permiso para contactar a su esposa Carole.
Antes de ser detenido, Ghosn era considerado un héroe en Japón y su exitosa trayectoria fue ilustrada en cómics de manga, las famosas historietas japonesas. En 2011 ocupó el séptimo lugar de una encuesta de opinión que le preguntaba a los japoneses quién le gustaría que gobernara su país, superando al expresidente de Estados Unidos Barack Obama.
Con ascendencia libanesa y ciudadanía francesa, Ghosn dice que su origen despertó en él un sentimiento de ser diferente, lo que le ayudó a adaptarse a nuevas culturas. Llegó a ser considerado como un potencial candidato a presidente del Líbano, pero acabó descartando la posibilidad porque ya tenía "muchos empleos".
"No me fugué de la Justicia, me escapé de la injusticia y de la persecución política", declaró Ghosn en un comunicado desde el Líbano. Tras confirmarse su fuga, el Tribunal de Distrito de Tokio revocó la fianza de 1500 millones de yenes (14 millones de dólares), al determinar que el empresario había violado las condiciones pactadas al dejar el territorio japonés y, por lo tanto, será arrestado nuevamente si regresa a Japón.
LA NACION