Quién es Christopher Steel, el ex espía autor del explosivo informe que relaciona a Donald Trump con Rusia

Un ex espía británico es el responsable de que el escándalo golpeara a Donald Trump tan solo una semana antes de asumir la presidencia de los EE.UU. Su nombre es Christopher Steel, autor del informe que asegura que el gobierno ruso tiene información personal que podría comprometer a Trump y que fue replicado por medios de todo el mundo. El hombre hoy se encuentra "desaparecido".

Su identidad fue revelada por primera vez por The Wall Street Journal. Steel tiene 53 años y trabajó para el MI6, el servicio de inteligencia de Reino Unido. Operó en "la estación Moscú" en los años 90, en donde fue fuertemente hostigado por la KGB, el Comité de Seguridad de Rusia. También trabajó en París y Afganistán. Cuando regresó a Londres, su principal función consistió en analizar la información secreta obtenida sobre Rusia por sus sucesores, contó otro ex agente del MI6 a El País.

Tras dejar su trabajo con el gobierno, fundó en 2009 junto a otros ex agentes la firma Orbis Business Intelligence, con sede en Londres, que se describe como una consultora de inteligencia corporativa. Steel es su director y cuenta con una "red mundial" de expertos y "figuras empresariales prominentes", según la web de la compañía .

Steel colaboró con el FBI en Nueva York en la investigación del caso de los sobornos en la FIFA, que en 2015 obligó a su presidente, Joseph Blatter , a renunciar, informó la agencia Reuters. Su trabajo le ha ganado una buena reputación entre sus colegas.

Con miedo

Steel huyó con su familia apenas se publicó su identidad. Los medios de comunicación corrieron a su casa del condado de Surrey, en Londres, apenas se supo la noticia, pero ya no estaba. Se encontraron con un vecino que les dijo que el ex espía se había marchado y que le pidió que le diera de comer a sus gatos mientras permanecía ausente.

Jefes del MI-6 dijeron a Daily Mirror que el ex espía podría estar escondido en un lugar seguro fuera de Reino Unido. “Una vez su nombre salió a la luz se creyó que su vida estaba en peligro, así que se tomaron los pasos necesarios para protegerle”, dijo la fuente al medio británico.

El Kremlin tiene una fuerte red de espionaje en la capital británica, como demuestran los asesinatos del ex espía Alexandre Litvinenko, de los empresarios Alexandre Perepelitchny y Boris Berezovsky, y el atentado contra el banquero Guerman Gorbountsov, herido de seis balazos en marzo de 2012. Todos esos episodios fueron atribuidos al FSB, servicio de inteligencia que sucedió a la KGB de la época soviética.