Quién es el excómico con el que Trump se metió en un problema serio
Los dos se hicieron populares gracias a las pantallas de la televisión. Y la ficción se mezcla esta vez con la realidad. El presidente norteamericano Donald Trump , que ganó popularidad con el reality show El aprendiz (2004-2017) y su frase "You're fired" ("Estás despedido"), quedó sometido a un proceso que podría derivar en su eventual destitución de la Casa Blanca. Y el ucraniano Volodimir Zelenski, que en la serie El servidor del pueblo encarna a un profesor que lucha contra la corrupción, le prometió a Trump colaborar en la investigación de un caso que involucra al exvicepresidente Joe Biden y su hijo Hunter.
Ambos sin ninguna experiencia en política,Trump y Zelenski saltaron al máximo cargo de sus países -el ucraniano, en mayo pasado- con la ayuda de su fama mediática.
Zelenski, de 41 años, es un cómico muy conocido en Ucrania con una trayectoria de más de una década en televisión y cine, a quien le gusta definirse como "payaso". Se recibió de abogado, pero siempre se dedicó al humor. Su popularidad estalló en octubre de 2015, cuando su productora Kvartal95 lanzó El servidor del pueblo. Los episodios iniciales ya tienen más de 13 millones de visitas en YouTube , Fox Studios adquirió los derechos de adaptación y Netflix , los de emisión.
La serie cuenta la historia de Vasyl Holoborodko (el propio Zelenski) un profesor de historia de poco más de 30 años que alcanza popularidad en todo el país luego que uno de sus estudiantes viraliza un video en que el docente lanza un descarnado discurso en contra de la corrupción política.
"¿Por qué todas las personas honestas son tontas y las inteligentes son ladrones?", le grita Holoborodko a un colega. "¿Qué clase de gente somos, que seguimos votando por estos mentirosos hijos de puta sabiendo que son delincuentes?"
A través de una ventana un alumno filma en secreto la rabieta del docente y viraliza el video en las redes. Eso lanza a la popularidad al ignoto profesor. Millones de ucranianos impulsan su candidatura presidencial, Holoborodko termina ganando los comicios y empieza a hacer realidad sus propuestas desde la presidencia.
"Desde enero de este año, cuando lanzó su candidatura, Zelenski organizó su campaña de tal manera que la línea que divide ficción de realidad es ahora muy delgada", explicó a LA NACION desde Kiev Tetiana Gaiduk, directora de Comunicaciones de la consultora Truman.
Mientras el expresidente Petro Poroshenko, que fue por la reelección y obtuvo apenas el 23% de los votos en mayo pasado frente al arrasador 73% de Zelenski, realizó una campaña tradicional recorriendo el país de punta a punta, el cómico no hizo actos, prácticamente esquivó a la prensa y dejó que Holoborodko hablara por él.
Para un país en guerra, empobrecido y dominado por una clase política corrupta, la ficción que proponía el personaje televisivo llena de gags cómicos, clichés y frases de impacto, resultó mucho más atractiva que cualquier plataforma partidaria. Por ejemplo, la decisión de Holoborodko de poner a su inclaudicable y malhumorada maestra de primaria al frente de un organismo estatal para acabar con la corrupción, esconde un notable sentido común, ausente en el mundo político de la vida real.
Poco más de cinco años después del Euromaidan-la revuelta entre europeístas y prorrusos- esta exrepública soviética de 43 millones de habitantes, con el doble de tamaño de la provincia de Buenos Aires, es hoy uno de los países más pobres de Europa, con el 25% de la población bajo la línea de pobreza. La suerte de Ucrania, cuyo nombre en idioma ruso significa precisamente "tierra de la frontera", está inevitablemente unida a Rusia . Y el conflicto por la anexión de Crimea y la guerra con los prorrusos en el Este del país, abrió una insalvable grieta entre Kiev y Moscú, cuando Ucrania aún no tiene aún el respaldo de ser miembro pleno de la Unión Europea (UE).
"La gente está decepcionada con la lentitud de las reformas, la inoperancia de las agencias anticorrupción y un poder judicial ineficaz. La imposibilidad de un rápido cese de la guerra en el este de Ucrania y las difíciles condiciones económicas, también llevaron a los ucranianos a buscar un cambio radical", señaló Gaiduk.
El presidente-actor, que en uno de los episodios de su serie entra al Parlamento y comienza a ametrallar a legisladores corruptos, siempre dispuestos a ser sobornados por los banqueros, disolvió el Legislativo apenas asumió la presidencia y convocó a elecciones legislativas en julio donde su partido obtuvo una amplia victoria.
En la serie el profesor convertido en presidente resiste por ejemplo las presiones del Fondo Monetario Internacional, y no se habla allí de la influencia que podría tener sobre Zelenski el magnate Igor Kolomoiski, propietario del canal de televisión que difunde sus programas cómicos. Por otra parte, en la histórica disyuntiva entre el nacionalismo ucraniano y los prorrusos, aunque la serie está grabada en idioma ruso y muestra cierto acercamiento a Moscú, Zelenski prometió mantener el curso prooccidental y "hacer todo" para terminar la guerra, sin explicar cómo iba a sacar el proceso de paz del punto muerto.
El prestigioso analista norteamericano Alexander J. Motyl, de la Universidad de Rutgers, que escribió profusamente sobre Rusia y Ucrania se mostró escéptico sobre las posibilidades de Zelenski frente a un vecino tan poderoso como Rusia, del otro lado de la frontera. "Cuando Vladimir Putin se vaya, y si Rusia llega a desistir de la construcción del imperio, los ucranianos tendrán el derecho perfecto de elegir a un payaso como su presidente", afirmó. "Hasta ese momento, sin embargo, deberían darse cuenta de que liderar un país en el peligroso mundo actual no es una broma".
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