Raúl Castro pidió ajustarse el cinturón
Anunció a los cubanos que es imprescindible ahorrar combustible y que la defensa no se descuidará gane quien gane en EE.UU.
SANTIAGO DE CUBA.- El presidente Raúl Castro advirtió ayer a los cubanos la necesidad de ajustarse el cinturón ante la difícil coyuntura nacional e internacional y ahorrar principalmente combustible, en su discurso en conmemoración del 55° aniversario del asalto al Cuartel Moncada, la principal festividad revolucionaria.
"Hay que acostumbrarse a recibir no sólo buenas noticias. Todavía nos faltan muchas cosas muchas que quisiéramos que nuestro pueblo pudiera disfrutar, pero por muy grandes que sean nuestros deseos de resolver cada problema, no podemos gastar más de lo que tenemos", sostuvo el mandatario, ante unas 10.000 personas.
Y, después de recordar que el mundo enfrenta una "verdadera crisis de consecuencias imprevisibles", continuó: "Es imprescindible ahorrar de todo, en primer lugar, combustible".
Durante el acto, realizado a dos años de la última aparición pública de su hermano Fidel antes de caer enfermo, el presidente cubano afirmó además que su país continuará cuidando su defensa, independientemente de quien gane las elecciones de Estados Unidos de noviembre.
"Junto a la producción, la defensa continuará sin descuidarse, independientemente de los resultados en las elecciones presidenciales en Estados Unidos", dijo el mandatario, bajo una enorme imagen de Fidel Castro, que fue nombrado en reiteradas oportunidades durante el discurso.
Se trató de la única referencia directa a Estados Unidos que realizó Castro, algo que va en línea con la discreción que ha mantenido el gobierno cubano de cara a los comicios norteamericanos, en los que el candidato demócrata, Barack Obama, se manifestó dispuesto, bajo ciertas condiciones, a entablar un diálogo con Cuba.
Desde que asumió de forma interina el gobierno, hace ahora casi dos años, Raúl ofreció en varias ocasiones el "ramo de olivo" a Washington, que hasta ahora lo ha rechazado. Si bien Raúl encabezó la celebración del año pasado, la de ayer fue la primera vez que lo hizo como jefe de Estado titular.
Crítica a los países ricos
Tras hacer un recuento de los avances logrados en el último año en infraestructura, turismo -aseguró que creció un 14,8 % este año- y la industria petroquímica, entre otros, el mandatario cubano criticó a los gobernantes de los países ricos.
"Ante esa crisis permanecen pasivos los gobernantes de los países ricos y las grandes empresas transnacionales, una actitud no sólo egoísta e irresponsable sino, además, suicida", denunció, en un discurso que se caracterizó por la brevedad.
Vestido con el uniforme verde oliva de general de ejército, el mandatario advirtió una vez más la necesidad de "explicar oportunamente" a los cubanos las "dificultades" que afronta la isla para "prepararlos a enfrentarlas".
Al acto asistió la cúpula del Partido Comunista de Cuba y del gobierno, y estuvo presidido por una gran pancarta con una foto del ex presidente Fidel Castro y el lema: "Victoria de las Ideas".
Los tiempos difíciles que vive este país no impidió que la fiesta revolucionaria fuera esperada con el tradicional carnaval en Santiago de Cuba, a ritmo de congas y con mucho ron.
Ayer, al amanecer, fuegos artificiales lanzados desde el Moncada iluminaron el cielo de Santiago, y luego un grupo de 150 niños, armados de lápices en vez de fusiles, recreó el asalto comandado por Fidel Castro contra la dictadura de Fulgencio Batista en 1953 que, aunque fallido, fue el principio de la "lucha revolucionaria" que finalmente triunfó en 1959.
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