Reabren casi todos los aeropuertos de Europa, pero se vigila intensamente la nube de cenizas
Los pilotos deben seguir los "pasillos aéreos seguros", que determinó Eurocontrol, la agencia de seguridad de navegación por aire; después de cinco días de cierre, esta noche pudo aterrizar el primer avión en Londres; el volcán expulsa ahora más lava y menos sedimentos volcánicos
LONDRES.- Europa empezó a levantar hoy de a poco las restricciones aéreas, lo que permitió una reanudación de los vuelos en varios aeropuertos, aunque nuevas cenizas del volcán islandés amenazaban con prolongar el caos cuando millones de viajeros siguen sin poder volver a casa.
La Agencia Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea, Eurocontrol, ha informado de restricciones en los espacios aéreos de ocho países, aunque la prohibición solamente es total al sur de Irlanda, al sur de Suecia y en Finlandia. En el resto, los pasillos de seguridad que acordaron habilitar ayer los ministros de Transporte de la UE han permitido aliviar la situación, aunque las previsiones iniciales sobre el número de vuelos que podrían despegar han tenido que ser revisadas una por una.
Si bien los meteorólogos no saben cuándo cesará la erupción del volcán, Islandia aseguró que la actividad del Eyjafjalla ha disminuido y las condiciones meteorológicas son propicias de cara al fin de semana.
Eurocontrol, calculó que hoy salieran 14.000 vuelos de los 28.000 programados habitualmente en el continente. Esta estimación, anunciada tras la reapertura gradual de los espacios aéreos de algunos países como Francia, Bélgica e Italia, supone una clara mejoría con respecto a la tasa de alrededor del 30% que se registró en los tres días anteriores de esta crisis que comenzó el jueves por la mañana.
En Gran Bretaña, varios aeropuertos escoceses y del norte de Inglaterra, cerrados desde el jueves pasado, volvieron a operar esta noche. Heathrow, el primer aeropuerto de Europa en número de pasajeros, abrió a las 21 hora local y de esta manera pudo aterrizar un primer avión.
Otros aeropuertos importantes, como los parisienses de Roissy y Orly, reabrieron tras cinco días de parálisis total con el objetivo de asegurar el 30% de los vuelos interiores e internacionales, según fuentes del gobierno.
El tráfico aéreo también empezó a reanudarse paulatinamente en Bélgica, donde por el momento sólo se autorizaban aterrizajes, en Italia y en Suiza. Dinamarca abrirá la mayor parte de su cielo mañana por la mañana. "Van a ser necesarias varias horas, o incluso días para volver a la normalidad", dijo un portavoz de la Oficina Federal de Aviación Civil suiza.
Pasillos aéreos. Eurocontrol recuerda en su comunicado que los nuevos procedimientos de seguridad ante la nube de ceniza volcánica procedente de Islandia, acordados ayer por la UE, entraron recién hoy en vigor.
Tras la reunión extraordinaria de ministros de Transporte, el vicepresidente de la Comisión y comisario de Transporte, el estonio Siim Kallas, anunció el acuerdo por el que el espacio aéreo comunitario se dividirá a partir de hoy en tres zonas, de acuerdo con su concentración de cenizas en la atmósfera: una sin cenizas, otra de alta peligrosidad y una tercera de riesgo parcial.La agencia calcula que, al término de la jornada, serán más de 95.000 los vuelos suspendidos desde el pasado jueves a causa de la nube volcánica.
Cautela de pilotos. La Federación Internacional de Asociaciones de Pilotos (Ifalpa) manifestó hoy que la decisión de reanudar las operaciones de vuelo en Europa debe anteponer la seguridad a las consideraciones de tipo económico. En un comunicado, la Ifalpa afirmó que la ceniza volcánica representa "una amenaza muy real a la seguridad aérea" y que, por lo tanto, las autoridades deben adoptar una política de "tolerancia cero" hacia la posibilidad de permitir los vuelos en zonas del espacio aéreo que no están plenamente limpias.
No obstante, los pilotos indicaron que "con la planificación adecuada y la aplicación de procedimientos flexibles es posible operar vuelos seguros en zonas cercanas a columnas de ceniza". La Ifalpa citó el ejemplo de las medidas adoptadas en Nueva Zelanda den 1996 tras la erupción del volcán monte Ruapehu.
La Federación indicó también que no hay suficiente información sobre el efecto en los motores de los aviones de pequeñas cantidades de ceniza volcánica, y que sería importante recabar estos datos con la ayuda de los fabricantes y de los expertos en la materia. Para los pilotos, en las actuales circunstancias se podrían autorizar individualmente los vuelos, teniendo en cuenta las condiciones atmosféricas, las últimas imágenes obtenidas por los satélites y los pronósticos meteorológicos a corto plazo.
Utilizando estos datos, se podrían establecer rutas flexibles, a cientos de kilómetros de las zonas contaminadas, revisando constantemente la situación, y al término de los viajes se debería revisar a fondo el eventual impacto sufrido por las aeronaves. "La parte más importante y final de este plan es que la decisión definitiva de salir o no deberá estar en manos, como siempre, del piloto de la aeronave", subrayó la Ifalpa.
Más lava que cenizas. Mientras tanto, el volcán seguía en estado de erupción constante, pero expulsaba más lava y menos ceniza que antes, creando una nube más pequeña, según indicó la oficina meteorológica.
El meteorólogo Bjorn Einarsson informó que la expulsión de más lava significa que el volcán, en erupción bajo el glaciar Eyjafjallajokull -unos 120 kilómetros al sudeste de Reykiavik, la capital islandesa-, estaba produciendo menos ceniza.
"La nube de ceniza es más pequeña porque no está el agua para mezclarse con ella. Aún pueden producirse un montón de temblores en el volcán porque la lava está saliendo", agregó el meteorólogo.
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