La guerra contra el terrorismo: la ofensiva bélica. Reconocen decenas de bajas talibanas
Un grupo radical paquistaní que combate con las filas del régimen aseguró que 85 de sus miembros murieron en un bombardeo
KABUL.- Los talibanes reconocieron ayer haber perdido a 85 militantes paquistaníes que combatían en sus filas, en lo que constituye el mayor número de bajas que sufrieron desde que comenzó la ofensiva. La admisión llegó en momentos en que Washington intensificó sus ataques sobre todos los frentes del país, esperando reforzar la determinación de su represalia y alentar el golpe final de la opositora Alianza de Norte sobre puntos estratégicos, a pesar de informes sobre supuestas bajas norteamericanas entre las fuerzas especiales.
Uno de los blancos bombardeados ayer fue la línea de defensa talibana cerca de Dara-i-Suf, en la provincia de Balj, en el Norte, que las fuerzas de la Alianza del Norte no lograban derrotar desde hacía una semana. Allí, miembros de Harakat Jehad i Islamin, un grupo radical paquistaní, combatían entre las filas talibanas, y 85 de ellos murieron en el ataque.
"Los aviones norteamericanos atacaron la zona en la madrugada. Ochenta y cinco de nuestros combatientes se convirtieron en mártires", dijo Abu Okasha, vocero del grupo.
Los 85 muertos representan la mayor cantidad de bajas sufridas por los talibanes en un solo ataque desde que se inició la ofensiva norteamericana. Pero las bajas habrían alcanzado también a las tropas de los Estados Unidos en otros puntos de la ofensiva.
Funcionarios paquistaníes afirmaron al diario local Frontier Post que 26 miembros de las fuerzas especiales norteamericanas fueron abatidos por talibanes cuando participaban en la toma de un centro de la red terrorista Al-Qaeda, en el sur de Afganistán, el lunes último.
Los comandos habrían intentado atacar el centro, en el que suponían se escondía Osama ben Laden, pero fueron repelidos y abatidos cuando estaban siendo retirados por un helicópteros. El Pentágono no confirmó las versiones paquistaníes y, en cambio, adoptó un tono más optimista al afirmar que "muchos combatientes de los talibán y de Al-Qaeda" murieron ya. Donald Rumsfeld, secretario de Defensa norteamericano, agregó que dos veces al día le dejan sobre su escritorio informes sobre las víctimas de los talibanes en el campo de batalla, de alrededor de 20 caídos cada vez.
Comandos suicidas
La asesora de Seguridad Nacional Condoleezza Rice trató de mantener el tono optimista del Pentágono. Afirmó: "Capturaremos a Ben Laden y los miembros de Al-Qaeda -para matizar comentarios de Rumsfeld acerca de que el terrorista saudita podría no ser encontrado-. No tenemos otra opción que no sea sacar de raíz a Al-Qaeda".
Pero las fuerzas encargadas de encontrar a Al-Qaeda podrían toparse con más obstáculos. Seguidores de Ben Laden conocidos como "árabe-afganos" crearon "comandos suicidas" para utilizar contra las tropas británicas y norteamericanas que ingresen en Afganistán, según informó ayer el diario árabe Asharq al-Awsat.
Aun así, Estados Unidos intensificó ayer su ofensiva aérea tanto en el norte como en el sur del país, en ciudades estratégicas, como Kabul, Kandahar y Herat. La zona más atacada fue la de Mazar-e-Sharif, que la opositora Alianza del Norte amenaza con tomar desde hace semanas.
Alentados por la ofensiva norteamericana, los rebeldes intentan desplazarse en dos frentes hacia Mazar e- Sharif, tras haberse asegurado bloquear los accesos a esa ciudad clave. Los talibanes, sin embargo, desmintieron su avance e, incluso, agregaron que un avión B-52 norteamericano había sido derribado en un ataque.
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