La salud del presidente venezolano. Regreso fugaz de Chávez a Caracas
Volvió a aparecer en TV luego de terminar el primer ciclo de radioterapia en La Habana
CARACAS.- Hugo Chávez utilizó una vez más la televisión pública para reaparecer sin aviso. "Es una batalla dura. Estoy bien y seguiré bien", dijo ayer tras terminar la quinta sesión de su primer ciclo de radioterapia. Para demostrarlo, exhibió su bíceps izquierdo como si fuera Popeye. Cantó y bromeó con sus ministros. Sacudió a la oposición y alardeó de sus planes sociales con un cuadro de Simón Bolívar como testigo.
Nada nuevo en el discurso del líder revolucionario. Sólo una duda: su ubicación. ¿Caracas o La Habana? ¿El Palacio de Miraflores o el Hospital Cimeq? El puente aéreo que une a Cuba y Venezuela y sus constantes idas y venidas han convertido la labor presidencial en un ejercicio mediático, siempre con las cámaras de la televisión siguiendo sus pasos de cerca.
El miércoles estaba en La Habana; ayer y hoy era el turno de Caracas, y mañana regresará a la capital cubana. Un gobierno virtual y por control remoto, criticado por la oposición, que exige que Chávez ceda el poder de forma temporal a su vicepresidente, Elías Jaua. "En estos días he tenido que reducir la velocidad. Pero el gobierno la ha acelerado", justificó Chávez.
"Yo he resistido muy bien el tratamiento, gracias a Dios. Sigo recuperándome de mi postoperatorio", insistió ayer desde Caracas, adonde volvió de madrugada. Los médicos cubanos que lo atienden retomarán el segundo ciclo de radioterapia este fin de semana, donde el líder bolivariano dijo que permanecerá cuatro días. También valoran la posibilidad de que el tercero se realice en el Hospital Militar de Caracas.
Chávez no quiso revelar si finalmente recibió la bendición del Papa, a quien persiguió durante los dos días de estancia de Benedicto XVI en La Habana. El presidente sí se refirió, en cambio, a su encuentro con Fidel Castro. Según Nelson Bocaranda, el periodista venezolano que informó al mundo de los entresijos del cáncer de Chávez, el encuentro, en efecto, se produjo.
"La reunión no duró más de cinco minutos, sólo estando presentes los hermanos Fidel y Raúl Castro, Su Santidad y el presidente Chávez, quien recibió los deseos papales por su pronta recuperación, así como la bendición solicitada", escribió el bautizado irónicamente Ministerio de Información Extraoficial en Caracas. "El Santo Padre le regaló un rosario bendito al enfermo", concretó en su columna en El Universal.
De vuelta en campaña
Chávez aprovechó su estancia en Caracas para retomar la campaña electoral. Y lo hizo de forma contundente: "Esta oposición irracional, sin proyecto, sin liderazgo, es garantía de violencia, odio y desastre en Venezuela. Esta patria liberada no volverá atrás, a ese caos en el que estaba sumida", atacó.
Los medios oficialistas desplegaron una intensa campaña contra la oposición, acusada de agredir a periodistas, para mitigar así el tiroteo que sufrió el candidato opositor Henrique Capriles en un barrio de Caracas. "Ojo pelao (alerta) con esas manifestaciones que están saliendo con fuerza desde los campos opositores y sus contactos internacionales", dijo Chávez. "Están trabajando de manera sincronizada con el imperio", subrayó.
La campaña contra la oposición precede al bombardeo mediático que se viene en abril por los 10 años del fallido intento de golpe de Estado contra Chávez. El presidente lo prepara a su manera, leyendo el libro Abril sin censura. Golpe de Estado en Venezuela. Memorias , de Germán Sánchez Otero, embajador cubano durante aquellos días.
Otero acusó a Capriles, entonces alcalde del municipio de Baruta, de intentar el asalto de su legación diplomática. Capriles fue juzgado y absuelto, tras permanecer varios meses en la cárcel.
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