Rescate en Tailandia: quiénes son los cuatro chicos que fueron rescatados
BANGKOK (ANSA).- Los primeros cuatro niños fueron salvados este domingo de la cueva de Tham Luang, en el norte de Tailandia , donde aún permanecen atrapados otros ocho pequeños futbolistas y su entrenador, desde el pasado 23 de junio.
Después de siete largas horas, los aplausos y los gritos de alegría rompieron la ansiedad y la angustia: por la entrada de la gruta salieron los primeros dos niños, no mucho más tarde, otros dos.
Nattawut Takamsai y Prajak Sutham, ambos de 14 años, son dos de los cuatro niños rescatados este domingo de la gruta de Tham Luang, en el norte de Tailandia, donde aún permanecen atrapados desde el pasado 23 de junio otros ochos compañeros de fútbol y su entrenador, Ekapol Chantawong, "Aek", de 25 años.
Además de ellos, también fueron sacados del lugar Pipat Bodhi, de 15 años, y Peerapat Lompiangchai, de 16.
Los cuatro fueron puestos a salvo, mientras se espera que sus compañeros serán rescatados este lunes, cuando se reanuden las operaciones de recuperación de los jóvenes. Según fuentes locales, están bastante bien, considerando las condiciones extremas en las que sobrevivieron en la gruta, a pesar de que para uno de ellos fue necesario el transporte en heli-ambulancia: no está en peligro de vida pero los médicos coincidieron en que su situación es "grave".
Son todos jóvenes de la comunidad local, que juegan al fútbol después de la escuela entre las montañas vecinas de la frontera con Birmania.
Nattawut, cuyo sobrenombre es Tle, en el equipo tiene un rol importante, ya que es un muy buen jugador, mientras que Prajak, "Note" para los amigos, se alterna entre la portería y el mediocampo, Pipat -conocido como "Mark"- por ahora se une simplemente a los entrenamientos.
La mamá lo esperaba afuera: en estos días duerme en las cercanías de la gruta maldita.
"Tan pronto como escuché su nombre, mi corazón estalló de alegría", dijo la mujer a la prensa internacional, subrayando que "no puedo esperar para abrazarlo nuevamente".
Su hijo, dijo, siempre ha amado el fútbol: pateó la pelota desde el jardín de infantes y usa las camisetas de los equipos todos los días, alternando los diferentes clubes. Su cuadrado del corazón -dice su madre- es Muangthong United, uno de los líderes de la serie del campeonato tailandés, le encanta nadar y andar en bicicleta.
El rescate
En la operación de rescate de los menores participaron "trece especialistas de nivel mundial llegados de países con experiencia" en espeleología, según explicó este domingo Chalongchai Chaiyakorn, uno de los responsables del rescate.
Ahora se espera, en medio del optimismo, la liberación de los otros ocho niños y el entrenador: su recuperación fue pospuesta hasta las primeras horas de la madrugada.
Y se deberá esperar, hasta mañana, para dar un suspirar de alivio por un rescate que por dos semanas mantuvo al mundo en vilo, entre la angustia, la esperanza y el miedo de no hacerlo, pese al compromiso de los socorristas y de aquellos equipos de distintos países.
Después de dos semanas bajo tierra, los cuatro niños recuperados fueron transportados inmediatamente al Hospital Prachanukroh de Chiang Rai, a más de 60 kilómetros de distancia.
Los dos primeros salieron a eso de las 17:40 (hora local), los otros vieron la luz dos horas después.
El octavo piso del hospital estaba reservado para ellos, y al menos durante un día se mantendrán aislados entre si, incluso de sus padres, como medida de precaución contra posibles infecciones.
El operativo de este domingo fue el fruto de un extraordinario esfuerzo de cooperación internacional, con 50 buzos extranjeros y 40 tailandeses, incluida una unidad de "estrellas" de 13 extranjeros y cinco Navy Seal tailandeses que son aquellos comprometidos en el tramo de la ruta más difícil, el primer kilómetro desde el muelle fangoso donde el grupo había sido bloqueado durante más de dos semanas. Faltan aún decenas de horas de inmenso esfuerzo colectivo entre túneles aún semi sumergidos con la responsabilidad de hacer emerger a los niños aún debilitados. Pero como escribieron los Navy Seal tailandeses en cuenta de Facebook, "esta noche finalmente podemos dormir bien". Pensando también en el colega héroe que el otro día perdió la vida.
Se trataba de un antiguo miembro de los cuerpos de élite de la Marina identificado como Saman Kunan -de 38 años-, el cual falleció la noche del jueves al quedarse sin oxígeno mientras estaba sumergido y tras completar con éxito una misión de suministro hasta la gruta donde se encontraban los niños y el entrenador.
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