Rusiagate: Trump amenaza con llevar al país a una crisis constitucional
WASHINGTON.- Al cumplir 500 días en la Casa Blanca, Donald Trump lanzó una furtiva ofensiva contra la investigación por el escándalo Rusiagate bajo la tutela del fiscal especial Robert Mueller, al afirmar que su designación es "inconstitucional" y amenazando con llevar al país a una crisis constitucional inédita con la idea de que tiene "el derecho absoluto" a indultarse a sí mismo.
El mensaje de Trump volvió a mostrar su predisposición para coquetear con los límites del imperio de la ley, y puso a Estados Unidos a discutir una pregunta: ¿puede el presidente absolverse de un crimen por el que fue condenado?
Trump, pese a ventilar esa posibilidad, insistió igual en que toda la trama rusa era una "caza de brujas" y que no había hecho nada malo, y volvió a acusar al equipo de investigadores de Mueller de trabajar a favor de la oposición demócrata.
"¡El nombramiento del fiscal especial es totalmente inconstitucional! A pesar de eso, jugamos el juego porque, a diferencia de los demócratas, ¡no he hecho nada malo!", escribió Trump, en Twitter. Debió publicar el mismo mensaje dos veces por un error ortográfico.
The appointment of the Special Counsel is totally UNCONSTITUTIONAL! Despite that, we play the game because I, unlike the Democrats, have done nothing wrong!&— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 4 de junio de 2018
Un rato antes, Trump había dicho, por primera vez, que podía firmar un perdón presidencial a su favor en caso de que la investigación avanzara. Otra vez insistió en su inocencia.
"Como lo han afirmado numerosos expertos en derecho, tengo el derecho absoluto de indultarme, pero ¿por qué iba a hacer eso cuando no hice nada malo? Mientras tanto, la caza de brujas interminable, liderada por 13 demócratas muy enojados y en conflicto (y otros), ¡continúa hacia las legislativas!", continuó, en referencia a las próximas elecciones legislativas.
Ambas declaraciones fueron recibidas con un coro de críticas y alarma. Abogados y la oposición demócrata se apresuraron por remarcar que la designación de un fiscal especial es un mecanismo perfectamente legal, previsto dentro de los recursos de investigación del Departamento de Justicia. Richard Nixon tuvo a Archibald Cox -a quien despidió- al frente de Watergate, y Bill Clinton sufrió a Kenneth Starr por el escándalo Whitewater, que terminó por revelar su romance con Monica Lewinski. Más aún: el propio Trump amenazó durante la campaña que nombraría uno para investigar a su rival, Hillary Clinton.
Pero fue sobre todo la idea de que Trump puede indultarse a sí mismo la que generó mayor conmoción, y dejó a varios atónitos. Esa posibilidad deambulaba desde hacía rato en medio de las marañas de especulaciones que rodean al Rusiagate. Pero ahora, por primera vez, el propio Trump le dio vuelo, luego de que su abogado, Rudy Giuliani, dijo en sendas entrevistas el domingo que el presidente "probablemente" tenía el poder de perdonarse y que era una pregunta legal abierta, aunque no tenía intenciones de hacerlo.
As has been stated by numerous legal scholars, I have the absolute right to PARDON myself, but why would I do that when I have done nothing wrong? In the meantime, the never ending Witch Hunt, led by 13 very Angry and Conflicted Democrats (& others) continues into the mid-terms!&— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 4 de junio de 2018
En medio de la discusión salió a la luz un memorando del Departamento de Justicia sobre la cuestión de fondo. Es una opinión de 1974, en la cual se estipuló que "el presidente no puede indultarse a sí mismo", una interpretación de la Constitución ampliamente aceptada desde entonces. "Bajo la regla fundamental de que nadie puede ser juez en su propio caso, el presidente no puede perdonarse a él mismo", escribió Mary Lawton, en agosto de 1974, cuando estaba a cargo de la Oficina de Consejería Legal del Departamento de Justicia. El memo fue escrito ante una consulta de Nixon, que estaba acorralado por el Watergate. Nixon renunció apenas tres días después de recibir la respuesta. Luego, Gerald Ford, que lo sucedió, le otorgó el indulto.
Más allá de cualquier paralelismo histórico, Trump y sus abogados lanzaron en los últimos días una campaña mediática que busca blindar al presidente de cualquier avance de Mueller, sobre todo respecto de una de las líneas de investigación: la obstrucción a la Justicia. Los abogados del mandatario afirmaron que Trump no puede ser acusado de obstaculizar una investigación porque el Departamento de Justicia está bajo su órbita.
Los demócratas y algunos republicanos insisten en que nadie está por encima de la ley, un principio rector de la primera potencia global al que Trump, insisten, no es inmune. "Si fuera el presidente de Estados Unidos y un abogado me dice que puedo indultarme, me buscaría un nuevo abogado", dijo el republicano Chuck Grassley, presidente del Comité Judiciario del Senado.