El brote de gripe porcina / Cambio de hábitos. Santiago de Chile enfrenta al virus con gel, barbijos y humor infantil
La irrupción de la enfermedad en la capital alteró las costumbres cotidianas de sus habitantes
SANTIAGO, Chile.- Ayer fue feriado en Chile. La celebración del combate naval de Iquique -episodio emblemático de la Guerra del Pacífico, de 1879- permitió acortar la que quizás haya sido una de las semanas más complejas del último tiempo en términos sanitarios.
Con 29 casos confirmados de influenza A (H1N1), y una más que brusca explosión en el brote de contagios, Santiago es hoy la capital sudamericana de la gripe porcina.
Considerada en la jerga local una enfermedad de "niño rico", dado el perfil de los contagiados (la mayoría pertenecen a colegios privados y los otros cuatro, a viajeros), su silenciosa amenaza hay que buscarla precisamente en los sectores más acomodados, esto es, el este de la capital chilena.
Los sitios de esparcimiento infantil, que habitualmente están completamente llenos, fueron ayer sólo un remedo de sus días más felices. El centro de juegos de entretenimiento Mampato y el local de comida rápida Chuck E. Cheese (los dos lugares donde se celebra la mayoría de los cumpleaños de los chicos de las comunas de Las Condes, Lo Barnechea y Vitacura) mostraban ayer sus estacionamientos vacíos.
La población ha comenzado a alterar sus hábitos. El otrora efusivo saludo santiaguino de apretón de manos y abrazo, o beso, en el caso de las mujeres, se ha cambiado por uno más frío, que depende directamente del grado de confianza con el interlocutor. Una de las recomendaciones más repetidas por televisión por todo tipo de expertos es el hoy llamado "estornudo porcino", que consiste en cubrirse la boca, no con la mano como se hacía habitualmente, sino con parte el antebrazo para evitar la potencial propagación del virus de mano en mano.
Al igual que sucedió en México cuando estalló el virus de la gripe porcina, todo ha cambiado. Los chicos, siempre tan reacios al lavado de manos, ahora pasan casi 30 segundos bajo la canilla. En algunas iglesias, cuando llega el momento de la comunión, las hostias son entregadas por los sacerdotes en la mano.
El ingenio callejero también ha estado a la altura. Desde esta semana, y sólo 24 horas después de la confirmación pública de los primeros casos, comenzó la venta en las veredas de pañuelos desechables, barbijos y alcohol en gel para manos.
La imposibilidad de determinar el nexo epidemiológico en los colegios multiplica la desconfianza. The English Institute, de Providencia, que registra por lo menos tres alumnos infectados, es prueba de eso. "Por más que pienso, no tengo idea de dónde pude habérmelo pegado", dice a LA NACION el primer contagiado de esa institución, Iver Cristi.
Vía Internet
Ante el ineludible cambio de hábitos, todo parece reducirse a estar conectado a Internet. Los colegios informan sobre las medidas por seguir a través de sus páginas web y los alumnos se avisan entre ellos por intermedio de redes sociales o programas de mensajería.
"Apenas se detecta un caso, se cita a todos los compañeros del alumno contagiado al colegio para el reparto del Tamiflu [antiviral]", contó a LA NACION el presidente del centro de alumnos del English Institute, Javier Vergara Cordero, que señaló que las clases se reanudarán el lunes. Hasta ayer, y en contra de las recomendaciones del Ministerio de Educación, 12 colegios cerraron sus puertas.
En Valparaíso, durante su último discurso anual frente al Congreso, la presidenta, Michelle Bachelet, defendió ayer tajantemente la reacción del sistema público frente al brote de gripe porcina. "La respuesta ha estado a la altura del desafío. No se justifican voces alarmistas. Estamos preparados para hacerle frente. Podemos asegurar salud adecuada para nuestra población", dijo Bachelet.
Desde la línea de consultas gratuitas del Ministerio de Salud, Angélica dio cuenta a LA NACION del exponencial flujo de llamadas que reciben por estos días, ya que la población confunde la gripe estacional con el A (H1N1). La instrucción, sin embargo, es simple: si tiene fiebre alta y ha tenido contacto con los pacientes con contagio confirmado, debe partir inmediatamente al centro asistencial más cercano para que le practiquen el examen gratuito. "Si no cumple con estas condiciones, por favor, no venga", pidió la asistente.
Finalmente, y como el humor sigue siendo, pese a todo, una de las virtudes más destacables del chileno, los chicos del colegio San Pedro de Nolasco dieron esta semana una prueba de ello frente a las cámaras de televisión. Cubiertos por barbijos, se asomaron a la reja principal y gritaron un sorpresivo y onomatopéyico "¡Oink, oink!" que, entre tanta alarma y psicosis colectiva, pareció una de las reacciones más saludables.
Ataque en Mendoza
- MENDOZA.- Un grupo de habitantes del departamento mendocino de Godoy Cruz se enfrentó ayer con la policía cuando intentó impedir que unos turistas provenientes de Chile, entre los que había un hombre con síntomas similares a los de la gripe porcina, fueran atendidos en el hospitall local. Los policías debieron disparar balas de goma al aire cuando los manifestantes arrojaron piedras contra el ómnibus para impedir el acceso al centro sanitario. El ministro de Salud de la provincia, Sergio Saracco, anunció que se extremarán los controles en la frontera, especialmente durante el fin de semana largo.
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