Se agrava la crisis en Ucrania: estalló la violencia y dejó cinco muertos
En Kiev, la policía avanzó sobre los manifestantes antigubernamentales, que resistieron el embate; la oposición ya advirtió que endurecerá su ofensiva; EE.UU. y la UE repudiaron la represión
KIEV.- Las protestas callejeras por la decisión del gobierno ucraniano de no asociarse a la Unión Europea (UE) tuvieron ayer su jornada más violenta en dos meses, cuando la policía lanzó un asalto para dispersar por la fuerza los campamentos de manifestantes en Kiev y provocó cinco muertos y unos 300 heridos.
El presidente Viktor Yanukovich, cuya renuncia exigen los manifestantes proeuropeístas, convocó anoche de urgencia a los principales líderes de la oposición, pero al término del encuentro los dirigentes incrementaron sus reclamos.
"Si Yanukovich no hace concesiones mañana [por hoy] pasaremos a la ofensiva", dijo el principal líder opositor, Vitali Klitschko, ante decenas de miles de personas reunidas en la plaza de la Independencia de Kiev.
El dirigente advirtió también que Yanukovich puede poner fin a la crisis sin violencia si convoca a elecciones anticipadas.
El presidente, por su parte, difundió un comunicado en el que condenó la muerte de manifestantes y ordenó la investigación de los hechos. "Estoy en contra del derramamiento de sangre, en contra del uso de la violencia", afirma el texto.
La situación política de Ucrania se agravó en noviembre pasado cuando el presidente Yanukovich se negó a firmar un muy esperado acuerdo de cooperación con la UE y aceptó, en cambio, la ayuda financiera de Rusia.
Así, reflejó las tensiones en un país donde la gran mayoría de la población, que tiene un salario mínimo promedio de 150 dólares mensuales, prefiere mirar hacia Europa, mientras las elites políticas son abiertamente prorrusas.
Moscú tampoco está dispuesto a dejar salir de su órbita a esta ex república soviética, una potencia nuclear que además es la segunda economía de la zona.
Tras la renuncia al acuerdo con la UE, el presidente ruso recibió en diciembre pasado a Yanukovich en Moscú, le concedió un crédito de 15.000 millones de dólares y contundentes rebajas en el precio del gas.
Pero la oposición política ucraniana decidió encolumnarse tras los reclamos populares y fortalecer su ofensiva contra el gobierno de Yanukovich.
La tensión recrudeció la semana pasada cuando el presidente sancionó una dura ley contra las manifestaciones, con penas de prisión de hasta 15 días por la instalación no autorizada de carpas o estrados en lugares públicos, y hasta cinco años de prisión para las personas que bloqueen edificios oficiales.
Anoche, las calles de la capital estaban cubiertas de humo de los neumáticos quemados por los manifestantes, así como de los gases lacrimógenos empleados por la policía. Durante todo el día hubo continuos enfrentamientos en la calle Grushevski, en las inmediaciones de la sede de gobierno, y en la plaza de Europa, una zona donde cientos de policías antidisturbios avanzaron al menos en dos ocasiones para intentar un desalojo.
Pero los manifestantes rechazaron el avance con cócteles molotov y se mantuvieron firmes junto a sus improvisadas barricadas, montadas con bolsas de nieve y restos de vehículos calcinados. Por la noche, la oposición informó sobre la cantidad de víctimas.
"Por ahora, hemos contabilizado cinco muertos. Alrededor de 300 personas resultaron heridas", declaró Oleg Musiy, el coordinador del centro médico improvisado de los opositores a la radio favorable a la oposición Hromadske.
Según el portal de Internet Ukrainska Pravda, cuatro de los cinco muertos tenían heridas de balas.
Por su parte, las autoridades sólo confirmaron hasta ahora la muerte de dos manifestantes por heridas de bala, un ciudadano ucraniano de origen armenio y otro bielorruso.
Reacciones de repudio
La sangrienta jornada de ayer despertó inmediatas reacciones dentro de Ucrania y también en el exterior.
Desde la cárcel, la ex primera ministra y líder opositora Yulia Timoshenko calificó al presidente Yanukovich de "asesino", tras conocerse la información sobre las tres primeras muertes.
"Desde este momento, cuando Yanukovich asesinó a Sergei Nigoyan y a otros dos de nuestros chicos cuyos nombres no conocemos, él dejó de ser presidente de Ucrania y se convirtió en un asesino", denunció Timoshenko en un texto en su página web.
En respuesta al uso de la fuerza, el gobierno de Estados Unidos decidió revocar los visados de varios funcionarios ucranianos, según indicó ayer la embajada estadounidense en Kiev.
"Estamos contemplando otras medidas contra los responsables de la violencia actual", indicó la sede diplomática en su comunicado, en el que no precisó los nombres de los funcionarios afectados por la cancelación de su visado.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durão Barroso, afirmó que la Unión Europea ya evalúa "posibles medidas" sobre Ucrania.
La única reacción de respaldo al gobierno de Yanukovich provino de Moscú.
El embajador ruso en Bruselas, Vladimir Chizhov, instó ayer a no utilizar el "lenguaje de las sanciones" contra Kiev, "sino un lenguaje de apoyo y ayuda".
El porqué del conflicto
Las movilizaciones contra el gobierno llevaron al país a una crisis política
El origen de las protestas
El disparador fue la decisión del presidente, Viktor Yanukovich, de no firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea (UE) para sí estrechar lazos con Rusia. La semana pasada, el gobierno aprobó duras leyes antiprotestas, que alentaron nuevas manifestaciones.
Los manifestantes
La mayoría son del oeste del país, más afín a Occidente, y se suman varios líderes opositores.
El futuro
Es incierto. Yanukovich, electo en 2010, aún cuenta con legitimidad al sur y al este del país. En tanto, la oposición es criticada por no contar con un plan de acción concreto ni capacidad de liderar el descontento general.
Agencias EFE, DPA y AFP
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