La polémica por el caso Kelly. Se agudiza la tormenta en la BBC y hay más renuncias
Su director general dimitió; la cadena pidió "disculpas sin reservas" a Blair El premier británico dio por terminado el caso Pero en la BBC temen por su independencia editorial La prensa criticó el fallo y acusó a Hutton de "blanquear" al gobierno
LONDRES.- Reprendida por el juez James Hutton por sus acusaciones "infundadas" a los informes oficiales sobre las armas iraquíes, la BBC pidió ayer "disculpas sin reservas" a Tony Blair y el premier británico dio así por terminado el caso que durante más de ocho meses acosó a su gobierno e incluyó el suicidio del científico David Kelly.
Pero pese a que el informe de Hutton fue recibido ayer con escepticismo y críticas, la crisis de la cadena está lejos de terminar y, en todo caso, recién parece comenzar.
Con un emotivo mensaje de despedida y el apoyo espontáneo de cientos de empleados de la prestigiosa corporación, Greg Dyke abandonó ayer su cargo de director general de la cadena, en lo que se teme es sólo la segunda renuncia de una larga lista de dimisiones.
Anteayer Gavyn Davies, el presidente de la BBC, dejó su puesto apenas horas después de que Hutton difundió el informe en el que exoneró al gobierno de Blair de toda culpa en la muerte de Kelly y acusó a la cadena de cuestionar a Downing St. con afirmaciones infundadas.
"La seria acusación que se había hecho en mi contra ahora fue retirada, era todo lo que siempre pedí", dijo Blair tan pronto como se enteró del pedido de disculpas de la BBC.
El premier dijo que el pedido de disculpas "traza una línea en el problema y permite que la BBC continúe con su trabajo, y el gobierno con el suyo". El gobierno ya anticipó que modificará la estructura jerárquica de la cadena, intacta desde 1922, mientras que varios editores reiteraron ayer sus temores por el futuro de su independencia editorial. Blair quiso despejar esos temores e intentó dejar "absolutamente en claro" su "respeto por la independencia de la BBC".
Las renuncias de Dyke y Davies llegaron luego de que el juez Hutton reprochó a la BBC haber acusado "sin fundamento" a Blair de exagerar informes de inteligencia sobre Irak y de presionar y humillar al inspector de armas David Kelly.
El científico, que trabajaba para el Ministerio de Defensa, se suicidó luego de que se supo que había compartido sus temores sobre la acción del gobierno con el corresponsal de defensa de la BBC Andrew Gilligan.
Basándose en los dichos de Kelly, el periodista difundió un informe, en mayo pasado, que acusaba a Blair de saber que era mentira que Saddam podía desplegar sus armas de exterminio masivo en apenas 45 minutos. Esa afirmación había sido incluida en un documento oficial de 2002 usado para justificar la guerra.
La renuncia de Dyke, que será reemplazado interinamente por Mark Byford, se produjo en medio de una reunión de la junta de los 17 máximos directivos de la BBC, que emitieron el pedido de disculpas "sin reservas" para el gobierno.
El presidente interino de la cadena, lord Richard Ryder, reiteró las disculpas necesarias "a cada una de las personas" cuya "reputación" fue "dañada por nuestros errores". Y pese a que Ryder y Blair hablaron de dejar el escándalo en el pasado y mirar hacia adelante, las dudas sobre el futuro de la emisora persisten.
"Muchos alrededor del mundo estarán preocupados por la independencia de la BBC -dijo el editor político de la BBC, Andrew Marr-. Es un momento político extremadamente peligroso para la BBC."
Alarma en la prensa
Davies y Dyke acompañaron sus renuncias con solapadas críticas al informe Hutton. A su entender, el juez retirado no tuvo en cuenta toda la evidencia de la causa a la hora de condenar a la BBC y exonerar a Blair.
Las quejas de los directivos de la BBC encontraron eco en la mayoría de los diarios británicos, que reaccionaron con alarma. The Independent acusó al juez de haber "blanqueado" la imagen del gobierno. El conservador The Times defendió a la BBC de la "aguda crítica" formulada por Hutton y por el gobierno laborista, pero consideró que las renuncias de Dyke y Davies eran necesarias.
El progresista The Guardian instó a la cadena a "seguir haciendo preguntas molestas al gobierno". El mayor impacto llegó en las páginas del histórico enemigo de la BBC, The Daily Mail. El periódico acusó a Hutton de "no haber ubicado la historia en el contexto de las virtudes de la BBC y de los vicios del laborismo".
Por su parte, The London Evening Standard consultó a medio millar de personas y concluyó que el 56% de los británicos cree que el informe Hutton fue "injusto" al culpar solamente a la BBC. Otro sondeo, difundido por Sky News, fue aún más contundente: indicó que el 67% de los encuestados respondió con un "no" a la pregunta de si Hutton había respondido a la verdad con su informe.
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