Se unen cuatro "petroestados" para frenar la caída del crudo

DOHA.- Los principales exportadores mundiales de petróleo -Rusia y Arabia Saudita, junto con Qatar y Venezuela- acordaron ayer congelar la producción del crudo, una medida vital para muchos "petroestados" que no pueden mantener a flote sus economías -o están al borde de la ruina-, en momentos en que el barril se encuentra en su cotización más baja en más de una década.

Con un precio que ronda los 30 dólares, el barril cayó este año a su menor nivel desde 2004 -desde junio de 2014 bajó el 70%-, lo que forzó a las cuatro potencias a congelar los niveles de producción en las cifras de enero, un primer paso para la recomposición de los precios y a la espera de que se sumen otros productores.

"La razón por la que acordamos congelar la producción es simple: es el inicio de un proceso que evaluaremos en los próximos meses y decidiremos si necesitamos otras medidas para estabilizar y mejorar el mercado", señaló el ministro de Petróleo saudita, Ali al-Naimi. "No queremos giros significativos en los precios ni queremos una reducción del suministro; queremos satisfacer la demanda, queremos un precio estable del petróleo. Tenemos que dar un paso a la vez", agregó.

Los precios subieron a 35,55 dólares el barril tras conocerse el resultado de la reunión, pero luego recortaron ganancias para cotizar a cerca de 33 dólares, ante la posibilidad de un rechazo de Irán a sumarse al acuerdo, lo que podría diluir el impacto de la medida e incluso llevarla al fracaso. La idea es que todos los pesos pesados de la industria hagan también lo suyo para que los precios del crudo detengan el derrumbe.

Pero más que levantar el pie del acelerador, como pretenden sus colegas, el gobierno iraní prometió recientemente que bombeará con fuerza en los próximos meses, buscando recuperar la cuota de mercado que perdió tras una década de sanciones internacionales por su sospechoso programa nuclear, que fueron levantadas el mes pasado.

El ministro de Petróleo venezolano, Eulogio del Pino, dijo que cree que los demás países aceptarán las medidas y que para Venezuela es "muy importante" que se estabilice el mercado y se pague un "precio justo" por el petróleo, a fin de mantener la inversión necesaria para sostener la producción. "Venezuela ha estado desempeñando siempre un papel en nombre de la defensa del precio justo del petróleo", afirmó.

Venezuela es uno de los países más apremiados por elevar la cotización del barril, prácticamente su única fuente de divisas, en momentos en que la caída de los precios confluye con un desmanejo de la economía del gobierno chavista para llevar al país a un desajuste total. Otros productores, como Argelia, Nigeria y Angola, enfrentan asimismo graves problemas presupuestarios por la depresión de los precios del barril.

Venezuela, Ecuador, Irán y Argelia llevan tiempo presionando a la OPEP, el cartel de productores de petróleo, a recortar la producción para subir los precios, una moción a la que el número uno de la organización, Arabia Saudita, hacía oídos sordos. Se estima que el derrumbe de los precios se debe en parte a la debilidad de la economía europea y la desaceleración de la economía china. Pero también a una estrategia deliberada de la OPEP -y de la monarquía saudita en particular-, que bombea petróleo a raudales a pesar de la caída de las cotizaciones. El objetivo, según los expertos, sería perjudicar la floreciente producción de shale oil y shale gas en Estados Unidos, entre otros productores rivales, y para ello contaba con un respaldo en divisas que le permitió operar por debajo de un precio más racional.

Pero la perspectiva de otro año a la baja era demasiado incluso para las arcas de la corona saudita. Según el FMI, los ingresos petroleros de Arabia Saudita y sus aliados del Golfo Pérsico caerán este año cerca de 300.000 millones de dólares.

Agencias AFP, EFE Y Reuters