Corresponsal por un día. Sensaciones
Por Juan Carlos Beiroa Ruibal jcbeiroa@hotmail.com Desde España
Vine a Alicante, España, de visita a fines del 2001 y, como tenía cinco meses por delante para poder acceder a la nacionalidad española, padres gallegos mediante, pensé que si me traía todos los comprobantes, de la cadena familiar, podría acelerar el proceso administrativo, para poder concretar una eventual radicación en la península.
De pronto me encontré que, en un plazo de cinco meses (de enero a mayo) ya tenía mis papeles de modo que me quedé, como para ver que pasaba, mientras mi mujer volvía a Buenos Aires para cerrar algunas tramitaciones, así que, aquí estoy, desde esa fecha.
Esta tierra, quizá parte del norte de África en algún momento, mantiene una alta temperatura, mayor durante el invierno que en cualquier otra parte de España, de allí que los nórdicos, ingleses y alemanes incluidos hayan encontrado un lugar para pasar su vejez en toda la costa de Valencia desde Castellón hasta Alicante, mientras que los turistas, escapan a los gélidos días del norte hacia esta zona, menos lejana y consecuentemente más económica que el Caribe.
Hace poco finalizó el verano, tórrido como hace muchos años no lo era. El promedio durante el día era de 31º que agregado a una humedad relativamente alta, hizo estragos entre la gente que no paraba de comentar este aspecto meteorológico inusual.
Como todos sabrán, más al norte, supuestamente más fresco, murieron más de diez mil ancianos que la cobertura social de Francia no pudo prever.
Justamente en estos días, los del puente de la Constitución (sábado 6) al que se le agregó el día de la Santísima Concepción, hizo que mucha gente de Madrid lo pasara por este balneario sobre el Levante Español.
Lamentablemente, dado el alto nivel económico de la gente, hubo un movimiento de doce millones de personas, lo que produjo la muerte en las carreteras de más de 60 personas, muchas de ellas jóvenes menores de 30 años. Si bien el día tuvo el carácter de feriado las emisoras no alteraron su programación por lo cual, aquellos que siguen la política de España, tuvieron la oportunidad de escuchar más tranquilamente las profundas elucubraciones de los comentaristas políticos, sobre la incidencia de la Ezquerra Republicana (Izquierda Republicana) sobre el triunfo de los socialistas del PSOE y Convergencia y Unión, según se vuelque los votos de sus diputados catalanes a favor o en contra el carácter independentista que subyace en la mitad de los coterráneos del Barca.
Volviendo a lo personal, comparto con mi mujer e hija, yerno y nieto un panorama futuro viable, ya que si bien por mi parte no he hallado actividad laboral remunerada puedo ver que mi hija, Bioquímica sin posibilidades en nuestro país y su esposo, Licenciado en Ciencias Políticas, ambos de la Universidad de Buenos Aires, pueden sostener un hogar sin los apremios naturales de la gente de su tiempo. Tanto más que tienen, una cobertura médica digna tanto para ellos y su niño, el que es controlado mensualmente y al que se le suministró la primera dosis de la vacuna contra la meningitis "B" sin cargo, en tanto que las otras dosis orillaron los 78 euros (algo menos de trescientos veinte pesos actuales) y que fueron pagados sin apremios.
Lo mejor de todo es poder salir por las calles de Alicante sin sentir la presión del arrebato o el apremio con navajas o revólveres, hasta he llegado a ver un pasajero de un bus (colectivo en nuestra jerga) con un reloj de muy reconocida marca suiza. No obsta ello a que, en las zonas de turismo, se produzcan hechos delictivos que llevan a que, un lunes, se junten 20 documentos revueltos por preocupados alicantinos y, porque no argentinos y extranjeros, en la mesa de documentos perdidos de las oficinas de la Policía Nacional o la Local, cuya mayoría corresponden a gente de la CE de paseo por esta zona.
Sin embargo, todo suena a realidad positiva y, los conciertos de bandas, los fuegos de artificio por cualquier razón, las reuniones en los bares cuando juega el Real de Madrid, los cohetes (tracas) en las bodas todo mantiene el nivel de buen pasar propio de un país que está pasando por un buen momento económico. Que les dure, que nos dure.
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