Severa advertencia de Sharon tras otro ataque suicida

JERUSALEN.- Una sangrienta incursión israelí en Cisjordania y otro ataque suicida palestino en Israel estremecieron ayer las perspectivas de paz en Medio Oriente, mientras el enviado estadounidense parecía estar perdiendo la paciencia en su intento de lograr una tregua y amenazó con abandonar la región.

En un acto que el alcalde del pueblo cisjordano de Anabta calificó de "asesinato a sangre fría", soldados israelíes mataron a cuatro policías palestinos en esa localidad cuando, según dijeron, estaban buscando a extremistas.

Horas después, un suicida palestino hirió a por lo menos ocho personas -mientras que una veintena debió ser llevada a un hospital en estado de shock- cerca de la ciudad de Haifa, al detonar una bomba en un ómnibus atestado de soldados que regresaban a su base tras concluir el fin de semana israelí.

El agresor, un palestino de 20 años procedente de una aldea cercana a Jenin, sobrevivió a la detonación de los explosivos adosados a su cuerpo, pero fue ultimado posteriormente a tiros por dos policías por temor a que fuera a detonar más explosivos.

El kamikaze, Nimr Abu Sifin, pertenecía al grupo radical Jihad Islámica, aunque hasta anoche ningún movimiento palestino había reivindicado el atentado.

Este fue el quinto atentado suicida dentro de Israel en diez días, y el primer ministro israelí, Ariel Sharon, dijo que las actividades militares contra los palestinos podrían intensificarse.

"Efectuamos operaciones con resultados impresionantes, pero no hemos terminado aún, y en virtud de lo que sucede, al parecer, deberemos reforzar nuestra acción", dijo Sharon a la radio pública israelí.

Paciencia colmada

La nueva ola de violencia surgió pocas horas antes de que jefes de seguridad israelíes y palestinos se reunieran para sostener otra ronda de conversaciones auspiciadas por Estados Unidos para poner fin a casi 15 meses de conflicto.

La reunión se transformó en un reiterado y violento intercambio de acusaciones ante la presencia del enviado estadounidense, Anthony Zinni, quien perdió la paciencia y abandonó la reunión.

Antes de cerrar la puerta, Zinni dio un ultimátum a los jefes de los servicios de seguridad israelí y palestina, que continuaron insultándose.

"Espero que concreten resultados dentro de las próximas 48 horas; de otra manera dejaré la región", amenazó el ex general de los marines, de origen italiano.

Las posiciones de las dos partes quedaron irreconciliables: los israelíes, por un lado, juzgan de "insuficiente" la ola de arrestos realizados por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) entre los integrantes de Hamas y Jihad Islámica (hasta ahora más de 200, aunque Israel afirma que sólo 10 serían "peces gordos").

Las autoridades palestinas, por otro lado, dicen que los bombardeos israelíes y las incursiones en territorio palestino están haciendo más difícil la promesa del líder palestino Yasser Arafat de frenar la violencia.

Este último, en tanto, no asistirá hoy a la reunión extraordinaria de cancilleres de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) en Doha, Qatar, "porque debe permanecer junto a su pueblo para enfrentar la agresión israelí", sostuvo el principal negociador palestino con Israel, Saeb Erakat.

Arafat está bloqueado en Ramallah, Cisjordania, desde el lunes último, luego de que los bombardeos israelíes destruyeron su helipuerto en Gaza y tres de sus helicópteros.

Semana sangrienta

1 y 2/12: dos atentados suicidas en Jerusalén y Haifa dejan 30 muertos.

3/12: helicópteros israelíes disparan sobre las oficinas de Arafat en Gaza y bombardean Jenin y Belén.

4/12: incursiones israelíes en Gaza y Cisjordania causan numerosos muertos y heridos.

5 y 6/12: Israel suspende sus ataques. Un atentado suicida en Jerusalén deja tres heridos.

7 y 8/12: Israel reanuda los ataques en Gaza; hay decenas de heridos palestinos.

9/12: incursiones israelíes en Cisjordania y un nuevo atentado suicida en Israel dejan 5 muertos.