El ex dictador, cercado por la Justicia: conmoción en Chile. Sin fueros, Pinochet enfrenta otro juicio
La Corte Suprema aprobó su desafuero por 9 votos contra 8; ahora podrá ser procesado por la llamada Operación Cóndor
SANTIAGO, Chile.- La Corte Suprema de Chile despojó ayer al anciano ex dictador Augusto Pinochet de sus fueros como senador vitalicio y lo dejó nuevamente a las puertas de un juicio por violaciones de los derechos humanos durante su régimen, esta vez por los crímenes de la llamada Operación Cóndor.
La decisión, por nueve votos a favor y ocho en contra, tomó por sorpresa tanto a los familiares de las víctimas como a los allegados del ex dictador y provocó una fuerte conmoción en Chile.
Pinochet, de 88 años, será juzgado otra vez por el juez Juan Guzmán, el mismo que hace tres años lo sometió a proceso y lo mantuvo bajo arresto domiciliario durante 42 días por su responsabilidad en el secuestro y homicidio de 75 prisioneros en octubre de 1973 en la llamada Caravana de la Muerte.
La ajustada votación permitirá al juez Guzmán continuar con sus investigaciones, interrogar al ex presidente e incluso procesarlo si determina que existen presunciones fundadas.
Con su resolución, la Corte Suprema desvirtuó las razones de salud que había esgrimido su defensa (la demencia subcortical moderada que padece el octogenario ex dictador) y, a la vez, revisó su sentencia de julio de 2002.
En ese momento, el máximo tribunal había sobreseído a Pinochet -desaforado en agosto de 2000- por considerar que no estaba en condiciones de enfrentar un proceso de esas características.
Al confirmar el fallo de la Corte de Apelaciones, que el 28 de mayo último lo despojó en primera instancia de sus fueros, la Corte Suprema pareció considerar en su fallo las declaraciones y apariciones públicas de Pinochet en los últimos meses, cuando se explayó sin problemas sobre su gobierno y las acusaciones que enfrenta.
Sin embargo, para despejar las dudas con respecto a su estado mental, seis de los jueces de la Corte recomendaron que antes de cualquier diligencia "se ordenen nuevos exámenes psiquiátricos" a Pinochet.
Los oscuros manejos financieros del ex presidente revelados recientemente también fueron considerados fundamentales para determinar que aún goza de sus facultades mentales y que está en condiciones de ser juzgado.
Y que en su condición de jefe directo de la temida policía secreta que comandaba el general Manuel Contreras estaba al tanto de los crímenes perpetrados en el marco de la Operación Cóndor, como sostuvieron los acusadores.
La Corte también habría tenido presentes las operaciones financieras que Pinochet realizó hasta 2002 con el banco estadounidense Riggs, en el que tuvo cuentas secretas con fondos de entre 4 y 8 millones de dólares, que ahora son investigadas por otro juez.
Al aprobar el pedido de desafuero presentado por el magistrado Guzmán, la Corte de Apelaciones tomó en consideración la desafiante aparición de Pinochet ante las cámaras de un canal de televisión de Miami en noviembre último.
En esas declaraciones televisivas se lo vio por momentos vacilante, pero con la suficiente lucidez como para sostener que no tiene por qué pedir perdón y que se considera "un ángel bueno".
La mayoría de la Corte Suprema tampoco pareció dejarse influir por sutiles presiones ejercidas el lunes último por el ejército, que rindió un homenaje a su antiguo líder.
Aunque sin la algarabía multitudinaria callejera que despertaba el anterior procesamiento de Pinochet, grupos de familiares de detenidos en el interior del edificio de los tribunales y frente al céntrico edificio estallaron en aplausos y gritos.
Los partidarios del anciano ex general, en cambio, que solían salir a defender con vehemencia a su líder, esta vez brillaron por su ausencia.
El abogado Eduardo Contreras, uno de los siete acusadores en el proceso por la Operación Cóndor, dijo que "el país amanece hoy un poco más democrático que ayer, pues esta sentencia demuestra que efectivamente no hay intocables".
Los partidarios del ex jefe militar reaccionaron dolidos, pero tranquilos, enfatizando que su condición es delicada. El vocero habitual del ex gobernante y su ex segundo hombre en el ejército, el general retirado Guillermo Garín, manifestó el dolor que causó la decisión en el círculo de allegados de Pinochet. "Las condiciones de salud del ex presidente Pinochet no han variado en absoluto. Son enfermedades progresivas e irreversibles", dijo.
"Todo se ha dado para que él sea vejado como ha sido vejado en el último tiempo", comentó el director de la Fundación Pinochet, general retirado Luis Cortés.
Lucía Pinochet, la hija mayor del ex mandatario, consideró el desafuero "una humillación".
El gobierno apeló a su reiterado discurso de que se trata de una resolución de un poder del Estado que sólo cabe acatar, como lo dijo escuetamente el presidente Ricardo Lagos. "Lo importante es respetar las decisiones del Poder Judicial", señaló.
El vocero oficial, Francisco Vidal, destacó que "en Chile hay Estado de Derecho, los poderes se respetan y nadie está por sobre la ley".
El alcalde de Santiago y candidato presidencial derechista, Joaquín Lavín, señaló que nadie puede estar por sobre la ley, pero consideró que no hay que prejuzgar sobre la responsabilidad de Pinochet.
La Operación Cóndor fue acordada en diciembre de 1975 en Santiago por los servicios secretos de las dictaduras que en esos momentos regían a los países del Cono Sur. En Chile, la coordinación represiva le costó la vida a 17 personas. Entre ellas figura el matrimonio de Jacobo Stoulmann y su esposa, Matilde Pessa, detenidos y desaparecidos tras su llegada a Buenos Aires, el 29 de mayo de 1977. El presidente de la Corte Suprema, Marcos Libedinsky, se inhabilitó para votar en el caso de desafuero por su amistad con el matrimonio.
lanacionar