El gigante petrolero ruso. Sospechan que el Kremlin está detrás de la compra de Yukos
Podría ser una maniobra para retomar el control de la empresa
MOSCU.- La misteriosa compra de la principal filial del gigante petrolero ruso Yukos por parte de una empresa desconocida provocó ayer fuertes reacciones tanto en Moscú como en Washington, donde la operación fue blanco de intensas críticas.
Mientras la Casa Blanca mostraba su preocupación por la falta de transparencia de las inversiones en Rusia, expertos y analistas políticos rusos dijeron que sospechan que el Kremlin pueda estar detrás de la operación, destinada a retomar el control estatal de Yukos, cuya principal filial fue vendida ayer por 9348 millones de dólares a una empresa desconocida.
La prensa de Moscú dejó entrever ayer que Baikalfinansgrup, la nueva sociedad que adquirió la filial de Yukos, es en realidad una pantalla para Gazprom, la empresa de gas controlada por el Estado ruso y una de las grandes favoritas en la subasta de anteayer.
La mayoría de los diarios reflejó ayer el sentimiento imperante entre los expertos del sector, que consideraron que Gazprom emergerá tarde o temprano como el verdadero dueño de la filial de Yukos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha declarado abiertamente que uno de sus principales objetivos es volver a poner bajo el control del Kremlin al sector energético, de crucial importancia estratégica.
Baikalfinansgrup es una sociedad creada recientemente y registrada en Tver, al noroeste de Moscú. Ahora se trata de saber quién o qué se esconde detrás de esta misteriosa empresa.
El principal accionista y ex jefe de Yukos, Mikhail Khodorkovsky, dijo ayer con ironía que las autoridades rusas se hicieron un "fantástico regalo de Navidad" con la subasta de anteayer.
"El poder se ha hecho un fantástico regalo de Navidad: la compañía petrolera más eficaz de Rusia ha sido destruida", dijo Khodorkovsky, el ex directivo de Yukos encarcelado en octubre de 2003, acusado de fraude fiscal.
Con el desmantelamiento escalonado de Yukos -hasta ahora la primera petrolera rusa- su principal competidora, Lukoil, ha pasado a ser el número uno del sector. A fines de septiembre, la compañía petrolera estadounidense ConocoPhillips adquirió el 7,5 por ciento de Lukoil por 2000 millones de dólares.
Ayer, Washington lanzó una fuerte crítica al Kremlin por la polémica subasta, lo que podría marcar el inicio de un nuevo enfrentamiento entre el gobierno de George W. Bush y el de Vladimir Putin. El vocero del Departamento de Estado, Richard Boucher, dijo que el caso Yukos ha erosionado la reputación de Rusia como lugar para hacer negocios y ha minado la confianza en las instituciones legales y judiciales del país.
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