Sudáfrica: amenazas tras la muerte de líder ultraderechista
Manifestantes asistieron al funeral de un miembro del Movimiento de la Resistencia Afrikáner y advirtieron a los extranjeros sobre la seguridad en el Mundial 2010
VENTERSDORP, Sudáfrica.- Cientos de blancos ultraderechistas, muchos con uniformes paramilitares, y un numeroso grupo de periodistas se han reunido en hoy la pequeña localidad Ventersdorp, en el noroeste de Sudáfrica, para asistir al funeral de Eugene Terreblanche, ultra defensor de la supremacía blanca en el país.
El funeral de Terreblanche, de cuyo asesinato el pasado sábado en su granja han sido acusados dos empleados negros con los que había discutido sobre el pago de sus salarios, ocurrió en la iglesia protestante afrikáner de Ventersdorp. La Policía ha establecido fuertes medidas de seguridad tanto en el exterior como en el interior de la iglesia.
Antes del oficio religioso, los dirigentes del Movimiento de la Resistencia Afrikáner (AWB), el grupo de ideología y simbolismo similar a los nazis fundado por Terreblanche en 1973, aseguraron que no adoptarán mediadas violentas tras su asesinato.
Andre Visage, secretario general del AWB, que el domingo pasado amenazó con tomar "venganza" por la muerte de Terreblanche, dijo a los periodistas, muchos de ellos de medios extranjero, concentrados que negociarán "pacíficamente" con el gobierno "protección para nuestros granjeros (blancos), como asunto primero y principal".
Grupo peligroso. El movimiento se hizo tristemente célebre a comienzos de los años 90 cuando llevó a cabo varios atentados -que dejaron unos 24 muertos- para intentar impedir la abolición del apartheid.
"Si no nos sentimos satisfechos de las negociaciones, regresaremos a nuestra nación y veremos qué debemos hacer, pero la violencia es un muy último recurso", agregó. También advirtió a los aficionados al fútbol extranjeros que vengan al Mundial de Sudáfrica, que se celebrará los próximos meses de junio y julio, que cuiden su seguridad.
"Pueden venir, pero que tengan cuidado con su seguridad, pues el gobierno sudafricano no puede protegerse ni a sí mismo y dejará sola a la gente de otros países", apostilló.
En la casa de Terreblanche en Ventersdorp, Steyn van Ronge, elegido líder del AWB tras la muerte de su dirigente histórico, se reunió con la familia del asesinado. Fuera de la iglesia, que una hora antes del oficio ya estaba abarrotada, la situación general era de calma, aunque algunos miembros del AWB aseguraban excitados que "vengaremos a nuestro líder".
La muerte de Eugene Terre´Blanche, al parecer golpeado hasta la muerte por dos de los obreros de su granja, reavivó las tensiones raciales en un país donde el color de la piel sigue siendo determinante dieciséis años después del fin del apartheid.
Para la comparecencia de los sospechosos ante la justicia el martes, la policía debió instalar una valla de alambre de púas para separar a los militantes del AWB y a los negros de la zona tras el inicio de una disputa.