“Te gritan ‘¡corona!’, te sentís discriminado”: el drama del único argentino varado en Tanzania
"Yo me levanto, desayuno y vamos a la playa para despejar. En el camino no te cruzás con nadie. Estamos en una población chiquita, estamos aislados de las grandes ciudades. Cuando volvemos, compramos algunas cosas en mercados muy chicos, fruta, verdura, leche, harina. Cada uno vende lo que produce, no hay cosas elaboradas, comida hecha, nada. No hay ni pan, uno se tiene que hacer el pan, se tiene que hacer todo acá", le cuenta a LA NACION Agustín Carzoglio, ingeniero de 31 años y el único argentino varado en Tanzania.
"Y después vamos a algunas de las ciudades. No mucho porque somos muy diferentes y te miran distinto, te miran como que sos el que trae el virus. Te gritan ‘¡corona!’, te gritan cosas. No pasa muy a menudo, pero en las ciudades más grande sí", dice Agustín.
"Acá le vamos a comprar a cada uno de los vecinos algo, para hacernos conocidos. Como para que no te vean como portador, que te conozcan. Si no todos creen que tenés el virus. Te sentís un poco discriminado".
Agustín se había tomado licencia de su trabajo, en agosto pasado, para viajar. Anduvo por Europa, por el sudeste asiático y, cuando estaba por volver a la Argentina, vio la oportunidad de visitar el monte Kilimanjaro, en Tanzania, y realizar un safari. "Llegué acá el 8 o el 9 de marzo, busqué para hacer un safari y el 10 lo comencé. Terminó el 15. Yo no tenía señal de teléfono, nada. Cuando volví el 15 a la ciudad me encontré con una situación totalmente distinta", cuenta.
Cuando volvió del safari, la Organización Mundial de la Salud había dictado que el nuevo coronavirus era una pandemia. En la Argentina, en tanto, el Gobierno pedía a los ciudadanos que practiquen "distanciamiento social".
Agustín tenía vuelo hacia la isla Unguja, también en Tanzania. Lo tomó y empezó a investigar qué pasaba y cómo volver a la Argentina. "Entonces me suspenden el vuelo que tenía pautado de regreso a Buenos Aires, el 17, desde Londres", cuenta. También le iban a suspender el vuelo de Tanzania a Barcelona, y el de Barcelona a Londres.
"Al otro día llamé a la embajada. Acá en Tanzania no hay embajada, la más cercana está en Kenia. Llamo por Skype. Me dicen ‘te recomendamos que vuelvas cuanto antes’. En internet encuentro un vuelo vía Etiopía para el 24 o 26, que salía 2 mil dólares. Autorizo mi tarjeta y lo saco, pero el vuelo se cancela. Todas las compañías te dan vouchers. Vengo sumando vouchers…", dice.
"Entonces pensé que lo mejor era buscar una casa. Porque acá dijeron que se cerraban los hoteles. Paralelamente, se dicta que se cierran las fronteras en la Argentina. Consigo una casa por suerte. Empecé a sacar dinero de un cajero automático. Tengo una limitación para sacar el equivalente de 10 mil pesos argentinos por día, así que tengo que ir 11 veces al cajero en días distintos para pagar el alquiler".
Agustín ya lleva un mes en la casa, ubicada en Kendwa, en la región de Zanzibar, un archipiélago compuesto por varias islas en el océano índico. Kendwa es una localidad con unas pocas casas. "Con gallinas y vacas sueltas por todos lados", como cuenta Agustín. Y con una playa paradisíaca.
"Informé a la embajada en Kenia que estoy varado. Muy buena gente. Estamos en constante contacto, pero no pueden hacer nada. Tienen muy buena predisposición y a diario me preguntan cómo estoy. La ven que va para largo. Porque soy el único argentino en Tanzania. Estoy en una isla, lo que dificulta un poco más el tema. Y hace una semana cerraron las fronteras del país. Para volver se tienen que abrir las fronteras en Tanzania, en la Argentina, y se tiene que dar que los países donde haga escala admitan pasajeros en tránsito. Además, tiene que operar una línea comercial, porque acá no hay vuelos de repatriación. Esos vuelos solo son para grandes destinos, en África no hay. Menos en Tanzania", dice Agustín.
Según datos del Ministerio de Relaciones Exteriores, son 188 los argentinos varados en África. La mayoría se encuentra en Sudáfrica -71- y Marruecos -41-.
El joven argentino explica que el continente africano "va con un delay de un mes" respecto de lo que pasa en el resto del mundo con la pandemia. "Acá había 20 casos hace una semana, hoy ya hay como 300. Y se va incrementando día a día. Pero no hay cuarentena porque el presidente dijo que no iba a haber. Además, por cómo vive la gente… las casas son muy muy precarias, viven al día, si no trabajan no comen. Va a ser imposible hacer una cuarentena acá", dice.
Al momento, según los datos del centro de investigación sobre coronavirus de la universidad John Hopkins, se registraron 299 casos positivos de Covid-19 en Tanzania. Diez de ellos murieron.
"Hay que mantener la calma. Yo por suerte tengo la cabeza fría. Estoy viajando con una chica de España que está más o menos en la misma situación que yo. Y nos viene muy bien porque nos contenemos. Creo que solo acá se tornaría en una situación muy complicada", dice Agustín. "No hay fecha de vuelta. Yo creo que mínimo van a ser dos meses más".
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