Tensión en la frontera mexicana con la caravana de hondureños que busca llegar a EE.UU.
TECÚN UMÁN, Guatemala.- Decididos a llegar a cualquier precio a Estados Unidos , los miles de migrantes que avanzan en caravana desde Honduras derribaron una valla del lado de Guatemala y enfilaron hacia el cruce con México, donde se enfrentaron con la policía.
La caravana desató la ira del presidente norteamericano, Donald Trump, que amenazó con cerrar y militarizar su frontera sur, y hasta con retirar la ayuda que su país brinda a los países centroamericanas.
Luego de quebrar la seguridad y derribar una valla de contención en el cruce de Tecún Umán, la caravana de 3000 migrantes emprendió camino hacia el puente que conecta con México para llegar a la garita migratoria, donde un grupo de 50 jóvenes fue reprimido con gases lacrimógenos, mientras los demás migrantes se replegaban.
Algunas mujeres se desmayaron durante el trayecto, y los más jóvenes se daban ánimos con las banderas hondureñas que llevan desde el comienzo de la travesía. Los ciudadanos del lado guatemalteco de la frontera intentaron ayudarlos a sofocar el calor con chorros de agua.
El lado mexicano estaba resguardado por la policía fronteriza y otros uniformados enviados por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, en medio de una polémica con Trump, que exigió que detuvieran su avance cuanto antes. Algunos migrantes lanzaron piedras para que se les permitiera el paso, restringido por la fuerte presencia policial.
Trump, que sigue con atención cada escala de la caravana, agradeció a México por sus esfuerzos. "Está siendo frenada desde este momento por México. Por lo tanto, apreciamos mucho lo que México está haciendo", dijo el mandatario a periodistas.
Alrededor de 50 personas pudieron abrirse camino ante los agentes que los esperaban del otro lado del puente, pero el resto retrocedió luego de que estos los enfrentaron con gas pimienta. En respuesta, algunos migrantes lanzaron piedras. Más tarde se permitió a cuentagotas el paso de mujeres y niños.
"Si va a haber un ingreso, será en los términos que se ha dicho desde un principio: ordenado, con procedimientos establecidos, jamás por la violencia ni por la fuerza como se pretendió por un grupo de personas", dijo, por su parte, Manelich Castilla, comisionado general de la policía federal mexicana.
Del lado mexicano un helicóptero militar sobrevolaba el lugar. "¡Somos hondureños, no somos traficantes, somos inmigrantes!", gritaban varios, mientras avanzaban hacia el cruce fronterizo, todavía sin la certeza de que los dejarían pasar. Docenas de oficiales de la policía mexicana estaban en el puente respaldados por cientos de oficiales desplegados detrás de él.
Mientras tanto, las balsas que normalmente transportan a multitudes de personas a través del río fronterizo Suchiate trasladaban principalmente mercancías. Los operadores de las balsas dijeron que las autoridades mexicanas les habían advertido que no transportaran personas.
Los migrantes intentan entrar a México para avanzar hacia Estados Unidos, lo que desató la furia de Trump, que exigió a México que les corten el paso y amenazó a las autoridades de Honduras, Guatemala y El Salvador que suspendería la ayuda a esos tres países.
Agencias AP, DPA y ANSA
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