Tensión preelectoral en Ecuador: retiran a Bielsa como observador
El ex canciller y jefe de la misión de la OEA había sido cuestionado por el candidato de la izquierda
lanacionarQUITO.- En una muestra más de la tensión e incertidumbre que rodean al ballottage que se celebrará hoy en Ecuador, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, decidió retirar de los comicios al jefe de la misión de observadores en el país y ex canciller argentino, Rafael Bielsa.
El inusual gesto de Insulza sería una reacción a las continuas críticas a Bielsa realizadas por el candidato presidencial izquierdista Rafael Correa, que dijo que el ex canciller argentino "no garantiza" la transparencia de los comicios.
Insulza convocó a Bielsa a presentarse "en las próximas horas" en la sede de la OEA en Washington, por lo que hoy no podrá encabezar a los observadores.
También le ordenó presentar "toda la información relativa a las elecciones presidenciales ecuatorianas" en medio de un clima electoral cada vez más enrarecido en el que tanto Correa como su rival, el magnate y candidato derechista Alvaro Noboa, llamaron a sus seguidores a cuidar cada voto que se emita hoy para evitar manipulaciones del resultado.
Consultado sobre si el motivo del llamamiento a Washington fueron las denuncias de Correa contra Bielsa desde que estuvo como jefe de observadores en la primera vuelta, el vocero de la misión, Carlos Flores, dijo: "Sí, pero no estoy en condiciones de ser explícito más allá de lo que señala el comunicado".
La OEA, además, hizo un fuerte llamado a los candidatos a que respeten los resultados de mañana y a que "contribuyan a la paz". El exhorto llegó luego de que las autoridades electorales anunciaran que el conteo de votos recién finalizará pasado mañana y que no podrá declarar un ganador hasta entonces.
El de hoy será el tercer ballottage presidencial en una década de extrema inestabilidad política de Ecuador en la que ninguno de los tres mandatarios elegidos pudo culminar su período y fueron destituidos por el Congreso tras revueltas populares.
Los poco más de nueve millones de votantes hoy deberán decidir entre dos candidatos inclinados hacia el populismo, uno de derecha (Noboa) y otro de izquierda (Correa). El ganador se enfrentará al desafío de mantener la gobernabilidad y de afianzar una economía en la que sobresale un índice: el 60% de pobreza.
La incertidumbre que rodea la votación -cuya campaña se caracterizó por los insultos entre los candidatos y la formulación de promesas de casi imposible cumplimiento, según muchos analistas- alimenta los temores de que se produzca una situación similar a México, donde Andrés López Obrador no aceptó la derrota e instituyó un "gobierno paralelo".
Una encuesta de Cedatos-Gallup divulgada ayer mostró que el izquierdista Correa, con el 54% de los votos, sería el ganador de la segunda vuelta, aunque tan sólo el jueves pasado los sondeos daban ganador a Noboa. Polibio Córdova, director de Cedatos, dijo a periodistas que, según la última encuesta, se rompió el empate técnico de los últimos sondeos y ahora Correa es el probable ganador con ocho puntos de diferencia.
Ayer, pese a lo que mostraban los sondeos, el nerviosismo era evidente en el partido de Correa, Alianza País. "Nos preocupa sobremanera un nuevo fraude, por eso llamo a los ciudadanos a cuidar que se respete la voluntad del pueblo", dijo el candidato.
Correa ya había denunciado la manipulación de los resultados de la primera vuelta en la que Noboa se impuso con el 28,8% los votos y lo superó por cuatro puntos. "El riesgo de fraude existe", afirmó Antonio Gagliardo, jefe regional de campaña, que dijo que su organización no tiene representantes en el Tribunal Superior Electoral.
El clima no era más sereno en las filas del Partido Renovador Institucional Acción Nacional, de Noboa. "Correa provocará la subversión en las mesas en las que pierda", dijo Lawrence Cassanello, miembro de la campaña del magnate.
Correa -tachado por su rival de "diablo comunista"- promete integrar a Ecuador al "nuevo socialismo" regional al lado de Hugo Chávez, de Venezuela. Asimismo dijo que no pagará la deuda externa para atender las necesidades de los pobres.
Noboa -dueño de 120 empresas y que por tercera vez aspira a la presidencia proclamándose enviado de Dios- promueve la inversión extranjera y prometió que convertirá en personas de clase media a seis millones de pobres con obras públicas.