Todos los caminos llevan a repetir las elecciones en una Italia otra vez bloqueada

ROMA.- Un gobierno "neutral" y de "servicio" apoyado por todos hasta diciembre próximo o elecciones anticipadas en julio u octubre. Esa fue la doble solución o el virtual ultimátum que le lanzó ayer el presidente de Italia, Sergio Mattarella, a los partidos políticos, después de más de dos meses de extenuantes negociaciones, en los que no fueron capaces de ponerse de acuerdo para formar una mayoría de gobierno.

"Es un deber dar vida a un nuevo gobierno", sentenció ayer Mattarella, en un breve y dramático discurso al cabo de la quinta y última ronda de consultas terminada en la nada. Desde las elecciones del 4 de marzo, que trastornaron a Italia ya que por primera vez ganaron fuerzas populistas, aunque sin los números suficientes, Mattarella se convirtió en el árbitro de una compleja situación de ingobernabilidad.

En varias semanas marcadas por acusaciones cruzadas, movimientos tácticos y chicanas, el jefe de Estado presidió cinco rondas de consultas, dos de ellas lideradas por los presidentes del Parlamento, que terminaron siempre con fumatas negras. El Movimiento Cinco Estrellas (M5E) del joven Luigi Di Maio -el partido que más votos obtuvo en las elecciones (32%)- no logró sellar un acuerdo con la coalición de centroderecha -la alianza con más consensos (38%)-, liderada por la xenófoba Liga Norte de Matteo Salvini, porque le puso un veto a cualquier alianza con el expremier Silvio Berlusconi. Forza Italia, el partido del Cavaliere, de derecha, sufrió un revés al ser superado por primera vez por la Liga Norte dentro de la coalición que armaron. Di Maio tampoco logró un acuerdo con el Partido Democrático, de centroizquierda, que estuvo hasta ahora en el gobierno y que sufrió una derrota histórica en las elecciones (18%).

Al certificar el fracaso, tal como se esperaba, Mattarella planteó dos opciones. La primera y su preferida fue llamar a los partidos a ser responsables, para que le den un voto de confianza a "un gobierno de servicio", compuesto por "personalidades neutrales", que debería atender los asuntos económicos más urgentes, citas cruciales con la Unión Europea y abrir el camino para volver a las urnas a principios de 2019. Pero si como se espera este gobierno "neutral", cuyos nombres se conocerán hoy, no llega a tener respaldo parlamentario, la otra opción sería ir a elecciones anticipadas de inmediato, la opción reclamada tanto por el M5E como por la Liga Norte.

"Es fundamental que el voto de los italianos sea respetado", clamó Salvini, que volvió a reivindicar la formación de un gobierno de centroderecha, "o elecciones lo antes posible".

"No hay tiempo que perder, no existen gobiernos técnicos al estilo Monti", agregó Salvini, al aludir al gobierno del expremier y prestigioso economista Mario Monti, que sucedió a Berlusconi cuando, asediado por una crisis de la deuda y los mercados, el magnate fue obligado a renunciar, a fines de 2011. El gobierno técnico de Monti es recordado por ajustes brutales.

"Ninguna confianza a un gobierno 'neutral', sinónimo de un gobierno técnico. Vayamos a votar en julio", le hizo eco Di Maio. "Lo llaman un 'gobierno neutral', de 'tregua' o 'del presidente', pero se trataría de todos modos siempre de un gobierno técnico: un gobierno compuesto por personajes que no pasaron por las elecciones que, claramente, no teniendo ninguna relación con los ciudadanos, podrían poner en marcha medidas dolorosas como ya sucedió en el pasado. Quien votará la confianza a un gobierno técnico es simplemente un traidor a la patria", dijo Alessenadro Di Battista, un combativo líder del M5E.

Si bien en un principio hizo saber que respaldaría cualquier propuesta de Mattarella, Berlusconi, de 81 años y cada vez menos influyente, cambió de idea y siguió a Salvini, el mandamás de la centroderecha. "Forza Italia, en coherencia con el voto de los italianos, evaluará la posición a asumir con los aliados. No nos asusta el voto en verano, pero no ayuda, mejor el otoño", indicó, en un comunicado.

Tal como se esperaba, el PD apoyó la opción de la puesta en marcha del "gobierno neutral" o "de servicio" de Mattarella.

"El PD garantizará su respaldo a la propuesta del presidente y considero irresponsables quienes consideran que pueden arrastrar al país al voto en pleno verano", dijo Matteo Orfini. "Es absurdo que alguien justifique su fracaso haciendo pagar el precio una vez más a los italianos".