Trump anticipó una respuesta rápida al ataque químico en Siria

WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anticipó que decidirá en las próximas "24 a 48 horas" su respuesta al presunto ataque con armas químicas en Siria,y afirmó que el presidente ruso, Vladimir Putin, puede llegar a ser uno de los responsables, en una nueva escalada en su confrontación con Moscú.

Cuando uno de los periodistas le preguntó si Putin cargaba con responsabilidad, Trump respondió: "Él puede. Sí, él puede. Y si es así, va a ser muy duro. Muy duro".

"Si es Rusia, si es Siria, si es Irán, si son todos juntos, lo descubriremos y sabremos las respuestas bastante pronto. Así que estamos viendo eso muy, muy fuerte y muy en serio", agregó Trump.

El mandatario mantendrá un encuentro esta noche con la cúpula militar para evaluar las opciones para responder al ataque con armas químicas que presuntamente desplegó el régimen de Bashar al-Assad el sábado último en Duma, en las afueras de Damasco, que dejó al menos 40 muertos. El año anterior, tras otro ataque químico en el que murieron más de 80 civiles, en Khan Cheikhoun,Trump ordenó disparar 59 misiles Tomahawk contra una base militar de Al-Assad.

"Estamos estudiando esa situación extremadamente de cerca. Nos reuniremos con nuestros militares y con todos los demás, y tomaremos algunas decisiones importantes en las próximas 24 a 48 horas", anticipó el presidente, al realizar declaraciones a periodistas durante una reunión de su gabinete en la Casa Blanca.

Trump volvió a condenar el ataque, al que calificó de "atroz", "horrible" y un "acto barbárico", y no descartó ordenar un ataque militar, al afirmar: "Nada está fuera de discusión".

Ayer, Trump habló por teléfono con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, con quien acordó coordinar "una respuesta fuerte y conjunta". Macron ya se había comprometido a responder con firmeza a cualquier ataque químico en Siria en el que hubiera una responsabilidad probada de las fuerzas militares de Assad.

Damasco y Moscú niegan el ataque

El régimen sirio y el gobierno de Putin, aliado inquebrantable de Assad, a quien ha blindado en las Naciones Unidas de todo intento de condena u ofensiva multilateral en su contra, han negado el ataque. Putin tildó de "inadmisibles" a las "provocaciones y especulaciones" sobre el ataque químico en una conversación telefónica con la canciller alemana, Angela Merkel.

El canciller ruso, Sergei Lavrov, dijo que trabajadores humanitarios de Rusia habían visitado el área donde se produjo el bombardeo y afirmó que no habían enconrado evidencia de que se hayan utilizado armas químicas.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia había indicado en un comunicado que las acusaciones, hechas por organizaciones humanitarias, son "falsas", y las había tildado ya de "provocaciones peligrosas".

"Estas falacias, carentes de fundamento alguno, persiguen el objetivo de exculpar a los terroristas y la oposición radical intransigente que renuncian al arreglo político y paralelamente intentar justificar los eventuales golpes de afuera", indicó Moscú.