Trump anunció un "acuerdo de fase uno" con China por la guerra comercial

WASHINGTON.- Estados Unidos y China volvieron a sellar una nueva tregua comercial al llegar a un acuerdo "de fase uno" que sembró alivio a los mercados, al señalar una eventual salida de la prolongada puja entre las dos potencias que amenazó con arrojar la economía global a una recesión.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump , anunció en el Salón Oval de la Casa Blanca luego de una reunión bilateral con una delegación de Pekín que viajó para cerrar las negociaciones que habían llegado a un acuerdo muy sustancia "de fase uno", el cual debe ser puesto por escrito durante las próximas semanas.

Con ese avance, el lenguaje ácido y las escaladas de los últimos meses desde que se cayó la última tregua, sellada en Buenos Aires hace casi un año, dieron paso a un cálido intercambio de elogios entre Trump y el líder de la delegación china y principal negociador de Pekín, el viceprimer Ministro, Liu He.

"Son implacables, son duros, inteligentes y han negociado mucho", dijo Trump, y agregó que la relación bilateral "puede estar mejor que nunca".

"Hubo mucha fricción entre Estados Unidos y China. Ahora es una fiesta de amor", graficó.

Los mercados celebraron el avance. El índice industrial Dow Jones subió un 1,21%, el tecnológico Nasdaq avanzó otro 1,34%, mientras que el S&P 500 trepó un 1,09 por ciento.

Pese al renovado optimismo y la "fiesta de amor" que marcó una pausa en la rivalidad entre Washington y Pekín, el acuerdo final aún debe ser escrito. Estados Unidos y China ya estuvieron cerca de un acuerdo a principios de este año, pero Trump lo desechó acusando al gobierno de Xi Jinping de querer cambiar las condiciones a último momento. Ese quiebre abrió una nueva etapa de escaladas sucesivas con anuncios de aranceles de ambos lados.

"Últimamente, los equipos económicos y comerciales de nuestros dos lados han estado en comunicación y se han mostrado buena voluntad, que ha sido bienvenida por nuestros dos pueblos y la comunidad internacional", distinguió Xi, en una carta que envió a Trump expresando "sus mejores deseos".

"Una estable y saludable relación China-Estados Unidos sirve a los intereses de nuestros países, y del mundo", agregó. "Trabajemos juntos para manejar nuestras diferencias sobre la bases de un respeto mutuo y una cooperación expandida para beneficio mutuo, para llevar nuestra relación hacia adelante por el buen camino", cerró.

Según el acuerdo "fase uno", el cual Trump se preocupó por remarcar que se había alcanzado "en principio", China comprará productos agrícolas estadounidenses por un valor de 40.000 a 50.000 millones de dólares. Además, Pekín aceptó acordar pautas para manejar su moneda. El acuerdo también incluye algunas disposiciones sobre propiedad intelectual, uno de los temas más ríspidos en la relación bilateral, incluida la llamada "transferencia forzada de tecnología". Las empresas servicios financieros estadounidenses ganarían acceso al mercado chino.

Estados Unidos se comprometió a desactivar el aumento de aranceles sobre productos chinos por un valor de US$ 250.000 millones del 25 al 30 por ciento.

La nueva tregua y el acuerdo "fase uno" no alcanzó a cubrir algunos puntos que el sector empresario estadounidense esperaba cerrar, como una presentación oficial de un esquema de política cambiaria para el yuan, o una mayor apertura de la economía china, o una suspensión de tarifas previstas para diciembre. Trump dijo en el Salón Oval que el acuerdo final se cerrará en fases: habrá, indicó "dos o tres fases", y anticipó que llevará unas semanas terminar de escribir los detalles.

El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, uno de los funcionarios de Trump que ha estado involucrado en las negociaciones con Pekín, también ofreció una nota de cautela al afirmar que todavía quedaba mucho trabajo por hacer.

"Tenemos un acuerdo fundamental sobre los temas clave", indicó el funcionario. "Pero hay una gran cantidad de trabajo por hacer", especificó.