Otra ola de repudio contra Trump: se burló de la mujer que acusó por agresió sexuales a su candidato a la Corte

WASHINGTON.- Más suelto en sus palabras cuando está rodeado por los suyos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump desató una nueva ola de repudio luego de burlarse, durante un discurso en un acto de campaña en Mississippi, del testimonio que brindó Christine Blasey Ford en el Senado, en el que acusó a su candidato a la Corte Suprema, Brett Kavanaugh, de agredirla sexualmente hace 36 años.

Mientras el FBI investiga las acusaciones contra Kavanaugh, cuya nominación tambalea entre el respaldo de los republicanos y el rechazo absoluto de los demócratas y las crecientes dudas sobre su carácter y su credibilidad, Trump ha reforzado la defensa de su candidato, una ofensiva que lo llevó a redoblar sus ataques a Ford.

"¡Hace 36 años pasó esto!", bramó Trump, ante sus seguidores. Luego, el presidente comenzó a citar el testimonio de Ford, y a cuestionar, en tono de burla, la credibilidad de su relato por la ausencia de detalles que la profesora no recuerda. Trump habló como si estuviera citando directamente a Ford.

"‘Tomé una cerveza’, ¿correcto? ‘Tomé una cerveza’. Bueno, cree que fue... ‘No, fue una cerveza". Oh, bien, ¿cómo llegaste a casa? ‘No me acuerdo’. ¿Cómo llegaste allí? ‘No me acuerdo’. ¿Dónde está el lugar? ‘No me acuerdo’. ¿Hace cuántos años fue? ‘No lo sé. No lo sé. No lo sé’", continuó el presidente. La multitud aplaudió. Detrás de él, una mujer sacudió en alto una pancarta con la leyenda: "Mujeres por Trump".

El presidente continuó su ataque contra Ford, de quién sugirió, erróneamente, que sólo podía recordar que había tomado "una cerveza", y luego defendió a Kavanaugh, a quien puso en el lugar de víctima, y no de victimario.

"Y la vida de un hombre está hecha jirones. La vida de un hombre está destrozada. Su esposa está destrozada. Sus hijas, que son niños hermosos e increíbles... Destruyen a las personas. Ellos quieren destruir a la gente. Estas son realmente personas malvadas", insistió Trump.

Michael Bromwich, abogado de Blasey Ford, denunció a través de Twitter el ataque contra su cliente, calificándolo de "vil y desalmado".

La ofensiva de Trump contra Ford marcó un fuerte contraste con su primera reacción al testimonio que brindó la profesora en el Senado. Trump había dicho que Ford había sido "convincente" y era una "testigo creíble". El giro reforzó la estrategia oficial de defender y empujar la nominación del juez para arraigar una mayoría conservadora en el máximo tribunal del país.

Las palabras de Trump en el mítin de campaña desataron una ola de repudio, incluso entre senadores republicanos moderados cuyo voto será decisivo para la suerte de Kavanaugh. Jeff Flake, de Arizona; Susan Collins, de Maine, y Lisa Murkowski, de Alaska, condenaron las declaraciones del presidente. Flake dijo que la ofensiva de Trump le pareció "un poco espantosa"; Collins dijo que el presidente estuvo "mal", y Murkowski consideró sus dichos "inaceptables".

Richard Blumenthal, uno de los senadores demócratas del Comité Judicial del Senado, donde se realizaron las audiencias sobre el pliego de Kavanaugh, también fustigó al presidente: "Este vil y burlón ataque a un sobreviviente de agresión sexual creíble, inmensamente y poderosamente elocuente es una señal de falta de respeto y desprecio no solo por por la doctora Blasey Ford, sino por toda la comunidad de sobrevivientes", afirmó.