Trump se endurece con Riad: lo sancionó por "encubrir" el crimen de Khashoggi
La Casa Blanca revocó la visa de una lista de funcionarios sauditas que estarían implicados en el asesinato del periodista disidente; el presidente calificó el homicidio en Estambul como "una mala idea"
WASHINGTON.- En una medida que hubiera preferido evitar por su alianza estratégica con Arabia Saudita, la Casa Blanca anunció ayer sanciones diplomáticas contra funcionarios de ese país sospechosos del asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi, un crimen que, según declaró el presidente Donald Trump, fue "una mala idea" que dio lugar a "uno de los peores encubrimientos de la historia".
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, anunció la revocación de la visa de varios presuntos implicados, aunque no especificó sus nombres. Se trata de la primera intervención de Washington por el crimen cometido hace tres semanas en el consulado saudita de Estambul y convertido en escándalo internacional.
Pompeo señaló que algunos de los identificados trabajan en los servicios secretos, el palacio real, la cancillería y otros ministerios. "Estos castigos no serán la última palabra en la materia", advirtió, y dijo que Washington aún está aguardando conocer todos los hechos.
"Ellos tenían una muy mala idea para empezar. Fue mal ejecutada y el encubrimiento fue uno de los peores encubrimientos de la historia", dijo Trump desde el Salón Oval. "Mal asunto, esto nunca debía haber sido concebido. Alguien metió la pata y encima fue el peor encubrimiento de la historia", afirmó. Y agregó: "A quien sea que se le haya ocurrido esta idea, creo que está metido en grandes problemas".
La medida tuvo lugar luego de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, denunció el "salvaje asesinato" de Khashoggi, un crimen "político" organizado con antelación, en el que estarían involucrados autoridades y funcionarios de distintas jerarquías del reino, y no solo los 18 detenidos en Riad.
"Hasta ahora, todos los elementos y pruebas descubiertos indican que Jamal Khashoggi fue víctima de un salvaje asesinato", dijo Erdogan, y exigió que los responsables, desde los instigadores hasta los sicarios, sean sometidos a la Justicia. "Fue un asesinato político" planeado días antes de la ejecución, agregó.
"Las instituciones de inteligencia y seguridad tienen pruebas que demuestran que el asesinato fue planeado. [...] Culpar del caso a algunos miembros de seguridad e inteligencia no va a satisfacernos ni a nosotros ni a la comunidad internacional", dijo en un discurso.
Riad admitió el sábado que Khashoggi, desaparecido desde el 2 de octubre, murió en el consulado saudita en Estambul. Pero el impacto de la confesión fue matizado cuando dijo que su muerte se dio durante una "pelea", una versión recibida con escepticismo por la comunidad internacional. Solo 24 horas después, el canciller saudita, Adel al-Jubeir, dijo que el crimen fue "un grave y enorme error", pero trató de proteger al príncipe heredero, Mohammed ben Salman, al decir que no estaba al tanto.
Decidido a llenar los vacíos de información de los sauditas, Erdogan dijo ayer que los agentes que viajaron de Riad a Estambul, un escuadrón de la muerte de 15 personas, se reunieron en el consulado la mañana del asesinato de Khashoggi para "arrancar el disco duro del sistema de videovigilancia" de la legación.
La policía turca desmintió, en tanto, las versiones que indicaban que los restos de Khashoggi, de quien se sospecha desde su desaparición que fue descuartizado por los agentes sauditas, habían sido hallados en el jardín del consulado.
El verdadero hallazgo del día, menos espectacular, fue el de dos valijas que contenían artículos personales de Khashoggi en un vehículo del consulado saudita, según informó la cadena CNN Turquía. Un equipo saudita acompañó a los investigadores turcos que llevaron adelante la búsqueda en el estacionamiento donde se encontró el auto. Adentro había una computadora y documentos de la víctima.
Arabia Saudita aseguró que todas las personas implicadas en el asesinato tendrán que rendir cuentas "sean quienes sean" y anunció que el príncipe Mohammed ben Salman, en el centro de las sospechas como cerebro del asesinato, recibió en el palacio real a dos familiares del periodista asesinado, un hijo, llamado Salah, y un hermano, Sahel.
Hundido en una crisis que amenaza con minar su poder dentro del reino, destruir su esmerada relación con Washington y apagar su estrella internacional, Mohammed intentó mantener un viso de normalidad en su agenda y acudió a un importante foro económico en Riad, al que líderes y empresarios occidentales renunciaron asistir en repudio del crimen (ver aparte).
Los cancilleres de las potencias económicas del G-7 lamentaron en un comunicado que "las explicaciones suministradas" por los sauditas sobre el asesinato de Khashoggi dejen tantas preguntas sin respuesta. "La confirmación del asesinato" por parte de las autoridades sauditas "es un primer paso, pero las explicaciones suministradas dejan muchas preguntas sin respuesta", señalaron los ministros.
El caso que sacude al reino
Desaparición
El periodista Jamal Khashoggi, cercano a la familia real y convertido en disidente del régimen, fue visto por última vez el 2 de octubre pasado cuando acudió por un trámite al consulado saudita en Estambul
Búsqueda
Fuentes turcas revelaron que Khashoggi, columnista de The Washington Post, fue asesinado dentro del consulado, incluso descuartizado, por un escuadrón de la muerte enviado desde Riad para la ejecución
Confesión
Tras reiteradas negativas, Arabia Saudita admitió el hecho, pero dijo que fue un "error" cometido sin autorización. Turquía dijo que se trata de un crimen político y Estados Unidos sancionó a varios funcionarios
Agencias AP, AFP, ANSA, DPA y Reuters
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