Un bombardeo aliado acelera el fin de la tregua en Siria
Aviones de la coalición atacaron por error al ejército sirio; Al-Assad no permite la ayuda humanitaria a sectores de Aleppo
DAMASCO.- La frágil tregua que rige en Siria, y que no incluye a las milicias extremistas, amenazó ayer con terminar de romperse después de que Damasco y Moscú, su principal aliado, acusaron a la coalición aérea que lidera Estados Unidos de bombardear posiciones del ejército sirio, incidente confirmado más tarde por Washington, mientras continuaban las hostilidades entre otros actores y en otros frentes del conflicto.
"Cazas de guerra de la coalición bombardearon una posición del ejército sirio cerca del aeropuerto de Deir Ezzor", señaló el gobierno de Bashar al-Assad sobre el ataque en esa localidad del este de Siria, una región de fuerte presencia del grupo terrorista Estado Islámico (EI) donde también hay bombardeos rusos. El ejército ruso sostuvo después que hubo más de 60 bajas, en tanto el Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijo que la cifra sería superior a 80.
Estados Unidos reconoció el incidente señalando que no se trató de un acto deliberado, sino que creía estar atacando posiciones de EI. "Siria es una situación compleja con varias fuerzas militares y milicias a gran proximidad entre sí, pero las fuerzas de la coalición no atacarían intencionalmente a una unidad militar siria conocida", indicó el comando de las fuerzas estadounidenses en Medio Oriente (Centcom).
Si bien en los papeles se mantuvo vigente la tregua que pactaron Rusia y Estados Unidos -aliados respectivos del gobierno sirio y los rebeldes moderados-, en los últimos días se multiplicaron los choques entre todos los bandos que luchan.
Rusia acusa a Estados Unidos de no ejercer su influencia sobre las milicias que tiene de aliadas, que estarían sacando ventaja del cese del fuego.
"Es sobre todo visible en las provincias de Aleppo y de Hama, donde regimientos de la oposición aprovechan la tregua para reagruparse y reaprovisionarse en municiones y armamento para estar listos a lanzar una ofensiva y conquistar nuevos territorios", dijo el presidente Vladimir Putin.
Moscú también acusó a la oposición de haber violado la tregua en al menos 55 ocasiones en 24 horas. Pero sus dardos tuvieron como blanco principal el incidente de Deir Ezzor. "Si antes teníamos la sospecha de que el (extremista) Frente al-Nusra está siendo protegido, ahora, después del bombardeo contra el ejército sirio llegamos a una terrible conclusión para todo el mundo: la Casa Blanca está defendiendo a Estado Islámico", dijo la vocera de la cancillería rusa, Maria Zajarova.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos afirmó, nivelando los tantos, que hubo por lo menos 13 civiles muertos en bombardeos del gobierno en las provincias de Aleppo, Idlib y Homs.
El misterio que rodea a los detalles del acuerdo entre Rusia y Estados Unidos no contribuye en absoluto a aclarar la confusa situación que reina en Siria. Putin pidió ayer la difusión del documento. Si no se hizo hasta el momento, agregó, se debe a la resistencia de Washington, que "quiere mantener el potencial ofensivo" contra las fuerzas de Al-Assad.
Según el vocero del Departamento de Estado, Mark Toner, el acuerdo contiene "temas sensibles" que se podrían malinterpretar o usar de manera inadecuada si se dan a conocer, con lo que sus milicias aliadas pueden verse perjudicadas.
Del otro lado del tablero existe el mismo malestar hacia Rusia, por ser excesivamente permisiva con su aliado Al-Assad, cuya defensa apadrina sin condiciones desde hace años. Al-Assad, además de no haber silenciado los cañones de su ejército, no permitió tampoco, como había prometido, la llegada de camiones de la ONU con ayuda humanitaria a los barrios rebeldes de la asediada ciudad de Aleppo, cuyos pobladores padecen atroces carencias.
"Lamentablemente no hay novedades, seguimos esperando", dijo el vocero de la ONU para la coordinación de la ayuda humanitaria, David Swanson, sobre una caravana de 40 camiones con suministros para repartir entre la población de los sectores en apuros. Los camiones continúan estancados desde hace días en la frontera sirio-turca a la espera de recibir luz verde para entrar al país.
Swanson calificó de "frustrante" la situación, aunque se mostró optimista "de que todas las partes del conflicto, incluidos los que ejercen influencia, alcancen un acuerdo".
A petición de Moscú, el Consejo de Seguridad de la ONU decidió reunirse en la noche de ayer para llevar a cabo consultas tras los ataques en Deir Ezzor.
Agencias ANSA, DPA, AFP y EFE
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