Un gesto del magnate hacia los afroamericanos
Recibió al hijo de Martin Luther King después de enfrentarse con un ícono de los derechos civiles
WASHINGTON.- Presionado por una escalada de tensión con la comunidad negra, Donald Trump se vio forzado a un impensado gesto de acercamiento con una reunión no programada con uno de sus referentes.
Lo hizo con una sorpresiva reunión con Martin Luther King III, a quien se respeta, sobre todo, como hijo del recordado pastor que lideró el movimiento de los derechos civiles. Poco antes del encuentro neoyorquino, por primera vez en mucho tiempo, el magnate, que más de una vez fue acusado de racista, produjo un saludo de reconocimiento para esa lucha.
En un mensaje en Twitter invitó a "celebrarlo por las numerosas cosas por las que luchó".
Fuera de agenda y montado sobre la hora en la jornada evocativa del fallecido dirigente, el gesto parece destinado a componer lazos con la comunidad negra del país, crecientemente desconfiada con Trump.
King no hizo grandes comentarios a la salida del encuentro, pero sí expresó algo por lo que Trump seguro le agradecerá. "Con la pasión de la campaña se dicen muchas cosas de ambas partes. Creo que es hora de trabajar para dar solución a los problemas que existen", dijo.
Habitualmente reacios al diálogo con la prensa, esta vez fueron los colaboradores de Trump los principales interesados en que los periodistas hablaran con el militante.
King ya abandonaba la torre cuando uno de ellos lo llamó especialmente y le pidió que se acercara a los periodistas allí reunidos para dar cuenta del encuentro y subrayar su presencia.
"Trump dijo que sería el presidente de todos. Esperemos que así sea", sostuvo King.
Su presencia en la jornada de evocación de su padre sigue una seguidilla de expresiones desafortunadas de Trump sobre referentes de la comunidad afroamericana.
Entre ellos, el legislador por Georgia John Lewis, a quien se considera un superviviente del "sangriento domingo de Selma", tal como se conoce al brutal choque ocurrido en 1965 entre la policía de Alabama y un grupo de manifestantes negros. Entre ellos, además de Lewis, estaba Martin Luther King.
Poco menos que un ícono viviente, Trump descalificó a Lewis por ser "pura palabra y no hacer nada", a la vez que lo llamó a "trabajar por los problemas de su distrito en lugar de hablar y criticar".
Trump reaccionó de esa manera ante las críticas del legislador, quien, a su vez, había descalificado por "ilegítima" la elección de Trump ante las evidencias de intervención rusa para favorecerlo.
"No puede decirse que Trump sea un presidente legítimo cuando se ha probado que hubo intervención rusa en los sistemas para favorecerlo", dijo Lewis.
"Pero no pueden estar... qué tienen que perder... voten por mí", fue la curiosa forma con la que Trump llamó a los votantes negros. Muchos lo consideraron una falta de respeto.
El referente del Ku Klux Klan (KKK) David Duke saludó la victoria de Trump al igual que lo hicieron movimientos supremacistas en el país.
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