Un giro radical en la economía global
OXFORD.- Alcanzar las metas del nuevo acuerdo global para frenar el cambio climático exigirá cambios sociales de una escala sin precedente, según dijeron expertos en inversiones sustentables.
Esos cambios incluyen transferir billones de dólares anuales a energías renovables -actualmente son 345.000 millones de dólares- y reconvertir prácticamente todo, desde el transporte y la agricultura hasta los productos de consumo masivo, para hacerlo más ecológico y en muy poco tiempo.
"El tema es la escala, el ritmo y el alcance. No alcanza con mover 500 empresas y 200 inversores en un par de países. Hay que mover prácticamente todo", dijo Mindy Lubber, presidenta de Ceres, un grupo de sustentabilidad empresaria con sede en Estados Unidos.
En Oxford, frente al Foro Mundial Skoll sobre Emprendimientos Sociales, Lubber dijo que no hacer esos drásticos cambios ya mismo es como dejar a nuestros hijos y nietos en medio de la calle frente a un ómnibus desbocado. "Tenemos que cambiar nuestros argumentos para que la gente entienda: ese ómnibus es el cambio climático."
Parte de esa transformación ya está en marcha, dice David Blood, socio de Generation Investment Management. Gran parte de la tecnología de energías renovables necesaria ya existe, y una pujante campaña de desinversión está convenciendo a los inversores de que seguir apostando a empresas de combustibles fósiles constituye un creciente riesgo financiero.
Pero si bien los expertos predijeron que en Estados Unidos la industria del carbón -una de las mayores generadoras de cambio climático- estaba de salida, en partes de África y el sur de Asia, en especial en la India, se siguen realizando inversiones carboníferas de gran escala.
Para los expertos, revertir ese fenómeno asegurándoles a esos países el acceso a tecnologías renovables debería ser una prioridad. "Es por el interés de todo el mundo que la India debería acceder más rápidamente a la energía renovable", dijo Mary Robinson, ex presidenta de Irlanda y actual directora de una fundación de justicia climática.
Pero los grandes inversores institucionales temen cualquier riesgo y quieren ganancias seguras, algo que, según los expertos, les hace dudar a la hora de invertir en economías emergentes.
Generar herramientas de inversión que funcionen tanto para los que tienen los fondos como para quienes los necesitan es crucial para encauzar el dinero hacia los lugares correctos donde es necesario enfrentar el cambio climático, dijo Lubber ante el Foro.
Si dentro de cuatro años el mapa de las inversiones no se ha modificado sustancialmente, "estaremos en problemas graves", predijo Blood.
El acuerdo de París "es un mensaje para los inversores, para los consumidores, para todos los habitantes del mundo, y ese mensaje dice que a los combustibles fósiles les queda poca vida", dijo Thom Woodroofe, asesor en políticas climáticas de Independent Diplomat.
Pero los expertos advierten que dejar de lado los combustibles contaminantes exigirá una reorientación crucial de las inversiones, entre otras cosas ponerles un precio realista a la contaminación y los daños que genera el carbón, que van desde la intensificación de las tormentas hasta pérdidas agropecuarias.
Igualmente importante sería ayudar a que cada vez sean más los que comprendan que el cambio climático implica cambios en el hogar, en la política y en las calles.
A partir de hoy, "cada uno debe tomarlo como algo personal", dijo Mary Robinson. "Necesitamos un movimiento de gente que entienda que es un tema demasiado grave para dejarlo en manos del gobierno, de las Naciones Unidas o de las empresas."
Traducción de Jaime Arrambide
Laurie Goering
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