Un país más seguro y con otros miedos

Mientras los estadounidenses discuten si están mejor ahora que hace cuatro años, hay una pregunta similar y de más fácil respuesta: ¿están más seguros ahora que cuando el presidente Barack Obama asumió el cargo? Según casi todos los parámetros, la respuesta es sí.

Más de una década después de que los terroristas estrellaran los aviones contra las Torres Gemelas, los norteamericanos ya no tiemblan todo el día por temor a un nuevo ataque, no hacen acopio de cintas de embalar o agua potable. Y pasar por controles de seguridad en los aeropuertos se ha convertido más en un incordio de rutina que en un ominoso presagio.

Aunque la amenaza de un atentado no ha desaparecido, los redoblados esfuerzos militares, diplomáticos, financieros y de inteligencia, puestos en marcha durante los últimos cuatro años y destinados a doblegar a Al-Qaeda y sus aliados han rendido sus frutos. Terroristas como Ben Laden ya están muertos, y sus redes, desbaratadas.

En algunos casos, la Casa Blanca de Obama simplemente continuó o intensificó programas y políticas iniciadas por el gobierno republicano de George W. Bush, pero el actual presidente lanzó una campaña de aviones no-tripulados mucho más agresiva, con blanco en los líderes terroristas. También amplió sus iniciativas para ayudar a las naciones en riesgo a mejorar sus propias defensas, y puso en marcha los planes para terminar con la guerra de Irak y repatriar a las tropas de Afganistán.

Como resultado, el temor al terrorismo pasó a un segundo plano frente a las penurias económicas del país. A diferencia de las elecciones anteriores, esta vez la seguridad nacional no es un gran tema de campaña.

"Hemos fortalecido nuestras alianzas en todo el mundo para protegernos de futuras amenazas", dijo Tommy Vietor, vocero del Consejo de Seguridad Nacional.

Sin embargo, en el plano internacional quedan otros peligros. Los actuales intentos para disuadir a Irán de su programa nuclear no han funcionado. Mientras en Israel crece la preocupación por la amenaza nuclear, la posible participación de Estados Unidos en un ataque contra Irán se ha convertido en un tema candente.

Traducción Jaime Arrambide

Lolita C. Baldor