Un político hábil pero impopular
JERUSALEN.- El primer ministro israelí, Ehud Olmert, demostró su capacidad de supervivencia política cuando consiguió mantenerse en el cargo después de los graves errores que le atribuyó una comisión oficial de investigación sobre la guerra del Líbano, en 2006. Pero finalmente fueron los reiterados escándalos de corrupción los que lograron derribarlo.
Olmert, de 62 años, llegó a la jefatura de gobierno en enero de 2006, después del infarto cerebral sufrido por el primer ministro Ariel Sharon, y nunca consiguió alcanzar los niveles de popularidad de su predecesor, hoy en coma.
Nació el 30 de septiembre de 1945 en la ciudad de Binyamina, en la costa mediterránea al norte de Tel Aviv. Hizo el servicio militar en una unidad de elite y posteriormente trabajó como periodista para la Radio del Ejército. Tras estudiar psicología, filosofía y derecho en la Universidad Hebrea de Jerusalén, ejerció durante años como abogado.
En 1973 Olmert se convirtió en diputado, el más joven de la Knesset, donde llamó a la creación de colonias y votó en 1978 contra los acuerdos de Camp David que devolvieron a Egipto los territorios ocupados desde 1967.
De pensamiento de derecha, tras su experiencia legislativa asumió puestos ministeriales en varios gobiernos. En noviembre de 1993 sucedió al popular Teddy Kollek como alcalde de Jerusalén. En 2003 dimitió para asumir la cartera de ministro de Comercio e Industria, antes de convertirse en 2005 en titular de Finanzas.
Casado y padre de cuatro hijos, era considerado miembro del "ala izquierda" del partido derechista Likud, al que perteneció desde el comienzo de su carrera política hasta que fundó junto con Sharon el partido Kadima, de ideología de centro.
Gran aficionado al fútbol y pianista, aprecia los trajes finos, los cigarros, la buena mesa y es el único derechista de su familia. Sus rivales políticos trataron de utilizar durante años en su contra las visiones políticas de izquierda de su hija y de su esposa.
Su hija pertenece a la organización Machsom Watch, que vigila el comportamiento de los soldados israelíes en los puestos de control en los territorios palestinos. Su esposa, miembro de la plataforma pacifista Paz Ahora, ha declarado públicamente que vota al partido de izquierda Meretz.
Ciclo cerrado
La decisión que tomó ayer cierra un ciclo político de varios meses, en el que Olmert se convirtió en el premier más impopular y con más problemas judiciales de la historia de Israel.
El 8 de mayo la justicia israelí reveló que Olmert, de 62 años, presuntamente había cobrado sobornos de un magnate judío norteamericano durante su etapa de alcalde de Jerusalén, entre 1993 y 2003. Fue apenas la última de varias acusaciones de corrupción.
Tras la guerra del Líbano, Olmert había logrado aferrarse a su asiento pese a la dimisión del jefe del Ejército y el ministro de Defensa, e incluso pese a que había exigido abiertamente su renuncia la canciller Tzipi Livni, su número dos.
También había conseguido mantener unida su coalición de gobierno cuando en noviembre pasado, en la cumbre de Annapolis, decidió junto con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, iniciar negociaciones para llegar a un acuerdo de paz antes de finales de este año. Sus ministros ultraortodoxos amenazaban casi a diario con abandonar el gabinete si Olmert osaba negociar sobre Jerusalén.
Más leídas de El Mundo
"Quedé fascinada". Furor en la apertura de la primera tienda de Ikea en América del Sur: ¿dónde se planean las próximas?
Turismo. El pronóstico del director la aerolínea low-cost más popular de Europa que podría complicar el futuro de los viajes
Hundido hace 350 años. Los increíbles tesoros encontrados en un galeón español cerca de Bahamas