Opinión. Un riesgo poco frecuente
Manuel Benítez Para LA NACION
La minería que se desarrolla en la Argentina está destinada a la extracción de minerales metalíferos y no metalíferos. En ambos casos, de acuerdo con el método de explotación utilizado, la actividad recibe la clasificación de subterránea o de cielo abierto.
En nuestro país predomina la minería a cielo abierto, dado que, además de los grandes proyectos de minerales metalíferos, se desarrolla este modo de explotación para la obtención de piedras calizas, mármoles, granitos y materiales para la construcción.
En cuanto a la minería subterránea, los proyectos en explotación son aproximadamente diez. De éstos, la mayoría está destinada a la extracción de minerales metalíferos. Están ubicados principalmente en Santa Cruz, Catamarca, Jujuy y Rio Negro.
En los países vecinos, la mayoría de los proyectos en operación son más antiguos que los de la Argentina. Las condiciones de seguridad de nuestros proyectos son las más altos de la región y están a la altura de los más importantes del mundo.
Esto se debe a las características del terreno y a la incorporación de tecnologías de avanzada en la actividad. Un ejemplo: una de las máquinas utilizadas para rescatar a los mineros chilenos es similar a la que ya se encuentra en operación en nuestro país.
Las empresas mineras tienen sus propios departamentos de seguridad e higiene, con técnicos y profesionales capacitados y habilitados, que les permiten verificar las condiciones de trabajo y el cumplimiento de la normativa vigente. Las policías mineras provinciales y la Superintendencia de Riesgos del Trabajo realizan un estricto control sobre los establecimientos mineros a lo largo de todo el proceso.
Nuestros ingenieros en minas, geólogos y demás profesionales son reconocidos en todo el mundo por su excelente formación académica y experiencia práctica. Tanto es así que muchos de ellos ocupan posiciones jerárquicas y gerenciales en importantes emprendimientos en los principales países mineros del mundo. Entre otras funciones, se desempeñan como especialistas en higiene y seguridad en el trabajo a través de cursos de posgrado dictados en distintas universidades.
Gran trabajo
Por todas estas razones, es muy poco probable que ocurra un accidente similar al acontecido en la mina San José en Chile. Si aun así sucediera, nuestro país cuenta con la tecnología adecuada y los recursos necesarios para responder con la eficacia necesaria.
La epopeya ocurrida en Copiapó es un ejemplo para mantener las actitudes perseverantes frente a los distintos avatares de la vida. Como integrante de la familia minera latinoamericana, me llena de orgullo el gran trabajo realizado por los rescatistas chilenos y sobre todo la fortaleza de los 33 mineros para enfrentar este hecho con gran entereza y compañerismo.
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