El escenario. Una arriesgada diplomacia que inquieta cada vez más a EE.UU.
SAN PABLO.- El viaje del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, a Teherán para intentar lo que muchos diplomáticos occidentales ven como un esfuerzo de último minuto de convencer a Irán de que modere sus ambiciones nucleares ha despertado inquietud entre funcionarios de Washington, que creen que podría contribuir a que la república islámica obstruya, o al menos dilate, la imposición de nuevas sanciones.
La visita coincide con un delicado momento diplomático. Después de meses de negociaciones, funcionarios estadounidenses dijeron hace unos días que la Casa Blanca estaba cerca de asegurar el respaldo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para una resolución que impusiera sanciones en contra de Irán.
Brasil se opone a esas sanciones porque considera que no son efectivas y que probablemente contribuyan a agravar el conflicto. Como un país en desarrollo que ha defendido sus propias aspiraciones nucleares en medio de la presión internacional, se identifica fuertemente con Irán.
Celso Amorim, el canciller brasileño, que representó al país ante la ONU cuando Estados Unidos recurrió a evidencia no concluyente para justificar una intervención en Irak, ha descripto el diálogo de esta semana como un esfuerzo enfocado a impedir que eso vuelva a ocurrir.
Sin embargo, los analistas destacan que este esfuerzo difícilmente sea desinteresado y argumentan que Lula ve las conversaciones con Irán como una forma de posicionarse frente al dominio estadounidense y convertir a Brasil en un actor importante del escenario internacional.
En ese contexto, la enorme popularidad de Lula ha desafiado a Estados Unidos en todo, desde el comercio y el cambio climático hasta el golpe de Estado en Honduras del año pasado, así como en el añejo embargo de Washington en contra de Cuba.
Mayor fricción
Pero la discusión sobre Irán ha generado una dosis inusual de fricción. Los funcionarios brasileños temen que si no logran hacer progresos en el diálogo que concluye hoy Lula podría terminar pareciendo un amateur, lo que podría echar por tierra la búsqueda de un asiento permanente en el Consejo de Seguridad para Brasil.
Voces críticas en Brasil también han cuestionado las razones por las cuales Lula ha defendido a Irán en los últimos meses, a riesgo de ganarse la enemistad de Estados Unidos.
"En Washington prevalece la idea de que buena parte de esto es producto de la tremenda confianza que Lula tiene en sí mismo; cree que es un mago que puede obrar milagros y lograr lo que otros han intentado hacer pero han fracasado´´, dijo Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano.
El viernes pasado, esa confianza quedó en evidencia cuando Lula declaró ante los periodistas en Moscú que sus probabilidades de éxito eran de "9,9" sobre 10. En la misma conferencia de prensa, el presidente ruso, Dimitri Medvedev, consideró que las probabilidades del presidente brasileño eran de apenas 30 por ciento.
Sólo unos días antes, Lula había llegado incluso a regañar en cadena nacional a las naciones más poderosas del mundo, al afirmar que ninguno de los mandatarios que defienden la adopción de sanciones contra Irán había hablado directamente con Mahmoud Ahmadinejad.
"¿Por qué Obama no se comunica con Ahmadinejad?´´, preguntó Lula, "¿o Sarkozy, o Angela Merkel, o Gordon Brown?´´, preguntó, en referencia a los líderes de tres de los países que apoyan con firmeza la aplicación de sanciones en contra de Irán.
"La gente no habla", agregó el presidente brasileño. "Yo voy allá para hablar."
En público, el gobierno de Barack Obama le ha deseado buena suerte a Brasil en su gestión, aunque algunos funcionarios, entre ellos la propia Hillary Clinton, agregan que son poco optimistas con respecto al resultado. Un alto funcionario del Departamento de Estado dijo que Irán probablemente demuestre la misma intransigencia que en negociaciones anteriores.
"Esta es la única gran jugada de Brasil´´, dijo otro oficial. "Si falla, el Consejo de Seguridad aprobará las sanciones y esperará que Brasil esté del mismo lado."
En la sede de la ONU, algunos diplomáticos dijeron que el viaje de Lula había proyectado una sombra sobre las conversaciones desde que empezaron a comienzos de abril, debido a que les daban tanto a China como a Rusia, que han mostrado escaso entusiasmo por las sanciones, razón para seguir haciendo énfasis en la vía diplomática.
El texto de la resolución podría llegar a los 15 integrantes del Consejo de Seguridad en las próximas semanas, destacaron algunos diplomáticos. Debido a que Brasil ocupa uno de los asientos no permanentes en el Consejo, su apoyo a las sanciones es crucial para la votación unánime que quieren las potencias occidentales.
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