Una confluencia letal con otros dos fenómenos climáticos
NUEVA YORK.- Los científicos dicen que los efectos de Harvey se vieron potenciados por una confluencia letal de otros dos fenómenos meteorológicos: las aguas cálidas del golfo de México, que intensificaron las precipitaciones, y la ausencia de vientos en la atmósfera, que podrían haber alejado el huracán del continente.
Según Hal Needham, experto en marejadas y fundador de la empresa Marine Weather & Climate, de Galveston, Texas, lo que exacerbó la situación fue que la marejada elevó las aguas de la bahía de Galveston, lo que impidió el drenaje de las lluvias que caían sobre la costa y las regiones interiores.
"Una marejada de medio metro o de un metro no habría sido catastrófica", dice Needham. "El problema fue la sumatoria de todos esos elementos."
Y todavía no terminó. Dennis Feltgen, vocero del Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, dice que las torrenciales lluvias continuarán dos o tres días más, descargando otros 40 o 60 centímetros de agua sobre algunas zonas del sudeste de Texas. En algunas áreas podrían llegar a caer 1,3 metros de agua más. "Es algo sin precedente."
Sin embargo, el precedente existe. J. Marshall Shepherd, director del programa de ciencias atmosféricas de la Universidad de Georgia, dice que Harvey es muy parecido a Allison, la tormenta que inundó Houston en 2001, ya que cayó justo encima de la ciudad y descargó ingentes cantidades de lluvia.
"De alguna manera, creo que este evento va a superar en mucho lo que vivimos con Allison", dice Shepherd. Y la atmósfera tampoco está ayudando a ahuyentar el huracán. "Las corrientes de aire que normalmente lo alejarían de esa región no están presentes."
En esencia, los huracanes son enormes motores climáticos que se alimentan de las aguas cálidas del océano que está debajo.
La alucinante cantidad de agua de lluvia descargada por Harvey responde a la tormenta instalada sobre el golfo de México, y es de allí de donde sigue extrayendo su masa de humedad. Debido a la orientación de esa tormenta, dice Shepherd, "tenemos esta corriente de humedad que está siendo bombeada hacia la región de Houston", ya que la humedad del golfo se renueva continuamente. "Éste podría ser el peor desastre de inundaciones en la historia de Estados Unidos."
Los científicos vinculan cada vez más algunos fenómenos meteorológicos extremos con el cambio climático, pero cuando se trata de los huracanes muchos dicen que todavía hay muchas causas desconocidas. Lo que queda claro, sin embargo, es que el aumento de las temperaturas a nivel mundial calienta los océanos, lo que a su vez hace que más cantidad de agua se evapore hacia la atmósfera.
A su vez, el aumento de la humedad atmosférica contribuye a un aumento de las precipitaciones en todo el mundo, según afirma Kenneth Kunkel, del Instituto de Estudios Climáticos de Carolina del Norte. Pero Kunkel dice que aun sin considerar el factor del cambio climático los océanos en esta época del año son normalmente cálidos. De todos modos, señala que en los últimos tiempos las aguas del golfo de México están más cálidas, lo que probablemente esté alimentando el diluvio actual.
Varios científicos recalcan que aunque los daños provocados por Harvey son implacables, no eran inesperados. Ya los meteorólogos venían anticipando que una tormenta con mucha carga de agua se estacionaría sobre Houston durante un buen tiempo. "Lamentablemente, y para ser honestos, la situación es exactamente como la veníamos anunciando desde hacía días", dice Shepherd.
El experto dice haberse preocupado al escuchar las declaraciones públicas de alivio cuando el huracán fue reclasificado a la baja, de categoría 4 a tormenta tropical. Dice que el cambio técnico de terminología puede haber confundido a la gente y llevado a las autoridades locales a enfocarse en la verdadera amenaza: varios días de lluvias torrenciales.
"Este tipo de tormentas es de golpe doble, pero a nosotros siempre nos preocupa más el segundo golpe: la lluvia", dice Shepherd. "Para nosotros, la cosa recién empieza cuando se larga la lluvia."
Hay diferentes modelos para predecir cada aspecto de una tormenta. Rick Luettich, director del Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad de Carolina del Norte, es un experto en marejadas y principal desarrollador de los programas computarizados Adcirc, que se usan para predecir las marejadas. Las simulaciones realizadas el viernes presagiaron olas de entre 2,5 y 3 metros en la costa, alcanzando incluso los 4 metros en algunos estuarios.
Pero la principal amenaza de agua que acapara la atención es la intensa lluvia que se esperaba cuando Harvey se estacionara sobre Houston.
John Schwartz y Lisa Friedman
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