Una denuncia por corrupción salpica a Alckmin, la carta socialdemócrata de Brasil
RÍO DE JANEIRO.- La campaña brasileña para las elecciones del 7 de octubre sigue marcada por las pugnas judiciales. Ahora le tocó al candidato presidencial del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el exgobernador de San Pablo Geraldo Alckmin, que ayer fue denunciado por el Ministerio Público de ese estado por improbidad administrativa.
El fiscal Ricardo Manuel Castro acusó a Alckmin de haber recibido de la constructora Odebrecht al menos US$1,9 millones para financiar su campaña para la reelección en 2014, sin haber declarado esos valores. Castro, que reconoce que "es posible que las contribuciones no hayan resultado en enriquecimiento ilícito o en perjuicio para el erario público", señaló que de cualquier forma se trataría de un acto de improbidad administrativa, por lo tanto pidió que el socialdemócrata devuelva el dinero, pague las multas correspondientes y sea condenado a la suspensión de sus derechos políticos, así como a la pérdida del eventual cargo público que ocupe al momento que se expida el fallo.
En un comunicado, el exgobernador negó cualquier irregularidad en el financiamiento de su campaña.
Aunque la denuncia no tiene poder por sí sola de descarrilar la campaña presidencial de Alckmin, la noticia podría impactar en la capacidad de crecimiento del aspirante socialdemócrata en los sondeos. Sin considerar al expresidente Luiz Inacio Lula da Silva , del Partido de los Trabajadores (PT), cuya candidatura fue impugnada la semana pasada por la Justicia, Alckmin se ubica cuarto en los sondeos de intención de voto, con el 9% de las preferencias, detrás del diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), con 22%; de Marina Silva, de la Red Sustentabilidad (Red), con 16%, y del exgobernador de Ceará Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT), con 10%.
Frente a sus rivales mejor posicionados, sin embargo, Alckmin es el candidato que cuenta con más tiempo en el horario gratuito de propaganda electoral en radio y televisión, por las alianzas que selló con otros partidos. Dentro del PSDB confían en que en el mes que falta para los comicios, esta plataforma de difusión sería clave para asegurarse un puesto en el eventual ballottage del 28 de octubre con Bolsonaro.
En tanto, ayer se supo que la apelación que realizó el PT al Supremo Tribunal Federal (STF) para pedir una medida cautelar que permita a Lula competir en las elecciones hasta que haya una sentencia firme -en tercera instancia- en su condena a 12 años de corrupción y lavado de dinero recayó bajo el análisis del juez Edson Fachin, encargado de las causas de la operación Lava Jato en la Corte. Fachin, que también integra el TSE, fue el único voto divergente al de sus colegas que apoyaron la impugnación.
No hay un plazo para que el STF se defina sobre la apelación de Lula, y Fachin podría tanto tomar una decisión individualmente (poco probable) o elevar la discusión al plenario de 11 magistrados. Sin embargo, debería ocurrir antes del martes, cuando vence el plazo dado por la Justicia Electoral al PT para que reemplace a Lula como candidato. Todo indica que quien suplantaría al exmandatario sería Fernando Haddad, actual aspirante a vice.