Una fuerza armada espacial, el desafío que desvela a los estrategas del Pentágono
Contendría las amenazas de Rusia y China; el proyecto recibió críticas por sus eventuales costos
WASHINGTON.- El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, delineó ayer un agresivo plan para crear una sexta rama militar para 2020, una fuerza espacial para enfrentar mejor amenazas de seguridad emergentes, pero la propuesta necesitará la aprobación de un Congreso que está dividido.
Los críticos de la nueva iniciativa consideran que la creación de una fuerza espacial es una tarea burocrática cara e innecesaria y se ríen de las comparaciones con la fundación de la fuerza aérea en 1947.
La fuerza espacial sería responsable de una serie de capacidades militares estadounidenses relacionadas con el espacio, que incluyen desde satélites del Sistema de Posicionamiento Global (GPS) hasta sensores que ayuden a rastrear lanzamientos de misiles.
En declaraciones ante el Congreso norteamericano, el vicepresidente Mike Pence describió la creación de la fuerza espacial como "una idea cuyo momento ha llegado".
"Llegó el momento de escribir el siguiente gran capítulo en la historia de nuestras fuerzas armadas, de prepararnos para el próximo campo de batalla, donde serán llamados los mejores y más valientes para disuadir y derrotar a una nueva generación de amenazas a nuestro pueblo, a nuestra nación", dijo Pence ante el Congreso.
"En última instancia, el Congreso debe actuar para establecer este nuevo departamento, que organizará, entrenará y equipará a la fuerza espacial de Estados Unidos", afirmó Pence.
"China y Rusia han estado llevando a cabo actividades altamente sofisticadas en órbita que podrían permitirles maniobrar sus satélites muy cerca de los nuestros, presentando peligros sin precedente para nuestros sistemas espaciales", dijo el vicepresidente.
Trump, principal defensor del plan, escribió en su cuenta de Twitter: "¡Fuerza espacial de todos modos!"
Los comentarios del vicepresidente se prepararon para coincidir con la publicación de un informe del Pentágono que delinea los pasos necesarios para crear una fuerza espacial, algo que no tiene potestad para establecer.
Uno de los argumentos a favor de dedicar más recursos a una fuerza espacial o a un comando espacial es que rivales de Estados Unidos, como Rusia y China, parecen cada vez más preparados para atacar capacidades estadounidenses en el espacio en caso de un conflicto.
Estados Unidos es miembro del Tratado del Espacio Exterior, de 1967, que prohíbe el despliegue de armas de destrucción masiva en el espacio y que solo permite el uso de la Luna y de otros cuerpos celestes para propósitos pacíficos.
Despilfarro
El exastronauta y capitán retirado de la armada estadounidense Mark Kelly dijo ayer que la creación de una rama separada de la milicia dedicada al espacio era redundante y un despilfarro, y que, aunque Pence tiene razón sobre las amenazas en el espacio exterior, los militares ya las están manejando.
"Existe una amenaza allá afuera, pero hoy está siendo manejada por la fuerza aérea de Estados Unidos. No tiene sentido construir otro nivel completo de burocracia en un Departamento de Defensa increíblemente burocrático", declaró Kelly a la cadena Msnbc en una entrevista.
"Es un área en que deberíamos seguir enfocándonos", agregó, apuntando a China en particular. "Pero podemos hacer esto dentro de la fuerza aérea de Estados Unidos", agregó el militar.
Burocracia
El secretario de Defensa, Jim Mattis, apoya las medidas para reorganizar las fuerzas militares para el combate espacial y para crear un nuevo comando, pese a que antes se oponía a crear un servicio nuevo y costoso.
Una nueva rama militar requeriría varios niveles de burocracia, líderes militares y civiles, uniformes, equipo y una amplia estructura de apoyo.
La propuesta del Pentágono entregada ayer al Congreso establece pasos para consolidar las fuerzas espaciales de combate y hacer cambios organizativos a fin de impulsar la adquisición y el desarrollo de tecnologías de vanguardia.
El papel del Departamento de Defensa en el espacio ha estado bajo análisis luego del reconocimiento de que Estados Unidos depende cada vez más de satélites, que son difíciles de proteger en el espacio.
Los satélites proporcionan comunicación, navegación, información de inteligencia y otros servicios vitales para las fuerzas armadas y la economía.
Las agencias de inteligencia informaron a principios de año que Rusia y China están buscando crear armas antisatélites "destructivas y no destructivas" para su uso durante una posible guerra en el futuro.
Además existe una creciente preocupación por los ciberataques que podrían tener como objetivo la tecnología satelital, lo que potencialmente dejaría a las tropas en combate sin comunicaciones electrónicas ni capacidad de navegación.
Agencias Reuters, DPA y AP
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