Una masiva votación con demoras en la Argentina
Miles de bolivianos que residen en la Argentina acudieron ayer a las urnas para participar de una jornada electoral sin precedente. La votación, bajo el eslogan Tu voto cuenta, Bolivia vota en Buenos Aires, finalizó sin incidentes, pero con una significativa demora, producto de lo que el ministro de Gobierno boliviano, Alfredo Rada, reconoció como "muchos problemas" organizativos.
Con euforia y algo de caos se desarrollaron unas elecciones en las que por primera vez, a raíz de una reforma constitucional, los bolivianos expatriados pudieron votar los cargos de presidente y vicepresidente. Muchos bolivianos residentes en la Argentina votaron por primera vez.
Se calcula que cerca de un millón de bolivianos viven en la Argentina, la mayor comunidad boliviana fuera de su territorio. En total, 89.953 estaban habilitados a votar en los comicios de ayer, el 53% de los empadronados en el exterior.
Como si fuera una pequeña muestra del color local de Bolivia, desde las primeras horas de la mañana se presentaron ciudadanos bolivianos deseosos por votar en las instalaciones del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, en Flores. Ese fue uno de los siete lugares de votación, que concentró 155 mesas de votación de las 340 destinadas en Capital Federal.
Otros de los centros de votación, también muy concurridos, fueron el Club Deportivo Español (Flores) y Laferrere (La Matanza). Los principales inconvenientes que se registraron en los estadios fueron la apertura tardía de los comicios (a las 9.30 en vez de las 8, como estaba previsto) y la dificultad de los votantes para ubicar la mesa en la que estaban inscriptos.
También se dispusieron 25 mesas en Jujuy y 21 en Mendoza, donde el padrón rondaba los 10.000 ciudadanos bolivianos.
A pesar del despliegue logístico, el desborde de la jornada electoral no se pudo evitar, por lo que la jornada electoral tuvo que ser extendida tres horas, hasta las 20. Según confirmaron fuentes de la Corte Nacional Electoral (CNE) de Bolivia, pasadas las 21 se inició el conteo de votos en la Capital.
Mientras tanto, en ese momento se confirmaba en Bolivia que Evo Morales había sido reelecto para un nuevo mandato. En los conteos de boca de urna ganaba por más del 60%, cifra en la que coincidían todas las encuestas, tanto estatales como privadas.
Entusiasmo
Juan Daniel Salazar, de 26 años, que vive desde hace 15 años en la Argentina, fue uno de los muchos auxiliares de logística dispuestos para la jornada. "Llegué a las 6. Tengo que ubicar a la gente, pero es imposible -dijo Salazar-. Tengo mucho entusiasmo. me está pasando que, por primera vez, voy a votar."
En sintonía con Salazar, Dilma Villavicencio, de 25 años y con 6 de residencia en Buenos Aires, con su hija en brazos, comentó: "Vengo a votar por primera vez. En la mañana pensé que iba a estar vacío, pero no fue así".
"No votaba desde que nací", graficó Betty Ballesteros, de 63, boliviana que vive en Buenos Aires desde hace 45 años. "Lo hago porque tengo a mi hija, que es argentina, viviendo en Cochabamba, y hay que apoyar."
Fuera del predio, la venta de la típica chicha morada era el aderezo preferido de la jornada. Mientras que en las puertas de contención no paró de escucharse: "¡Apuren, señores, todos queremos votar, apuren!", seguido de una queja cantada: "Queremos entrar... Queremos entrar".
Cerca del mediodía, y aún conteniendo la presión de la multitud que pujaba por entrar, Ricardo Fernández, responsable de la logística, confirmó otro dato: "Aquí se empadronaron cerca de 32.000 personas y, aún así, muchas familias vinieron a votar y hay que dejarlos entrar".
Asiento: Buenos Aires era el título que se destacaba en la boleta con la que los votantes debían elegir a uno de los ocho candidatos a presidente.
Fernández comentó lo que a su parecer hizo más novedoso el proceso de votación en Buenos Aires: "Estamos con tecnología de avanzada, es un empadronamiento en el que se registra la huella dactilar, junto con el registro escaneado de la cédula, la firma y los rasgos biométricos de los votantes". Y explicó: "Este desorden se debe a la poca paciencia del ciudadano en un proceso nuevo". Aún así, no se pudo evitar que muchos bolivianos, producto del caos, abandonaran la idea de votar, quizá por primera vez, en la Argentina.
El jurado electoral en Buenos Aires Renato Zenteno dijo que hubo "relativa normalidad" durante la votación, pero admitió la "mala organización" que extendió los tiempos de espera de los ciudadanos.