Una mujer, en el ojo de una nueva tormenta para Lula
Rosemary Novoa Noronha, acusada de corrupción, fue la secretaria del presidente; la relación siguió y ahora está bajo la lupa
RÍO DE JANEIRO.- Cuando el vendaval del juicio del "mensalão" se alejaba en el horizonte y el gobierno brasileño pensaba que podía respirar tranquilo, un nuevo escándalo de corrupción estalló esta semana. Y en el ojo de esta tormenta política está una misteriosa mujer que podría implicar al ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, con quien tenía una relación muy cercana.
Rosemary Novoa Noronha, sobre quien todo Brasil habla hoy, era hasta la semana pasada la jefa de gabinete de la oficina de la Presidencia de la República en San Pablo. El puesto, una especie de representación presidencial, fue creado en 2003 por Lula, quien entonces designó a "Rose" en el cargo.
Noronha, sin embargo, fue despedida el sábado por la presidenta Dilma Rousseff, luego de que la policía federal, en la operación Porto Seguro, el viernes acusó a ella y a otras 17 personas de integrar una extensa red de tráfico de influencias. Estallaba lo que ya se ha dado a llamar el "Rosegate".
Según la investigación, Noronha obtuvo dinero, empleos para sus familiares, muebles, cirugías y hasta un viaje en crucero a cambio de ayudar a sus secuaces a conseguir beneficios para empresas contratistas del Estado. Sus principales socios en el supuesto crimen eran los tres hermanos Rodrigues Vieira: Paulo, director en la Agencia Nacional de Aguas (ANA); Rubens, director en la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), y Marcelo, empresario. Los Rodrigues Vieira fueron detenidos el viernes último junto a otras tres personas, mientras la policía allanaba el departamento de Noronha para llevarse documentos y sus computadoras.
Los materiales confiscados en ese allanamiento, entre los que hay 10.000 mails y registros de llamadas telefónicas, se han ido filtrando con cuentagotas esta semana y apuntan a que Noronha tenía gran confianza con Lula. Tanta que según fuentes de la investigación lo llamaba Luiz Inacio en vez de "presidente" y mantuvo 122 contactos telefónicos con él desde que dejó el poder, el 1º de enero de 2011.
"He hablado con él todos los días", se ufana en uno de los mails filtrados, datado en marzo de este año, cuando Lula estaba en pleno tratamiento contra el cáncer de laringe.
Noronha, que había trabajado antes durante 12 años para José Dirceu -ex presidente del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), ex jefe de gabinete de Lula y recientemente condenado por la compra de votos opositores en el caso del "mensalão"-, tenía pasaporte diplomático para facilitar su desplazamiento en los aeropuertos y poder seguir sin problemas a Lula en sus viajes al exterior cuando era presidente, algo muy poco común para una funcionaria de tercer rango como ella.
Durante los dos mandatos del líder petista, Noronha fue a por lo menos 24 países y solía hospedarse en una habitación cerca de la del mandatario en los hoteles. Fuentes gubernamentales señalaron que la esposa de Lula, Marisa Leticia, no la toleraba y la hacía sacar de la comitiva oficial cuando se enteraba de que viajaría con él.
Tal era el peso que Noronha tenía sobre Lula que, bajo su indicación, consiguió que propusiera a los hermanos Rodrigues Vieira para sus respectivos cargos en la ANA y la ANAC, pese a que sus nominaciones sufrieron fuertes resistencias en el Congreso. "¿Lula mezcló su vida privada con la pública?", se preguntó ayer en una columna de opinión Rogerio Gentile, secretario de redacción de Folha de São Paulo.
Cuando el viernes último los agentes federales ingresaron en su domicilio paulistano, Noronha, que según funcionarios que la conocen tiene un temperamento difícil y es muy emotiva, armó un escándalo e intentó llamar tanto a Dirceu como a Lula, de viaje por la India.
Al enterarse de la reacción, irritada, Rousseff pidió al secretario general de la Presidencia, Gilberto Carvalho, amigo personal de Lula, que llamase al ex mandatario para avisarle lo que había sucedido. "Me sentí apuñalado por la espalda", habría dicho luego Lula a personas cercanas sobre la mujer a la que consideraba su "amiga", según publicó la prensa brasileña.
Una relación misteriosa
La mujer del escándalo está en boca de todo Brasil
- ROSE NORONHA
Ex asistente personal de Lula
Pese a ser una funcionaria de tercer rango, ejercía una gran influencia sobre su ex jefe, Lula. El fin de semana pasado fue destituida como delegada de la presidencia en San Pablo, por supuesta corrupción.
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