Una vez más, cargas e incidentes en Cataluña en repudio al gobierno

Madrid.- Cortes de calle, barricadas, empujones, pedradas, cócteles molotov y un puñado de heridos sangrantes.

La violencia callejera volvió a Barcelona en coincidencia con el "gesto de distensión" que ofreció el presidente Pedro Sánchez con su reunión de gabinete en esa ciudad. "La única violencia la trae el Estado español", dicen los independentistas. "Nosotros somos pacíficos. Son ellos los agresores", dicen los líderes de la protesta.

"Que venga Sánchez aquí es una provocación", sostuvo uno de los dirigentes de las plataforma independentista Omnium Cultural.

Los desórdenes de hoy son una respuesta de los radicales independentistas al compromiso por "un diálogo efectivo" que acordaron ayer el socialista Sánchez y el jefe del gobierno independentista catalán, Joaquín Torra.

Revulsivo

El encuentro de ambos líderes tuvo diferentes miradas. Para el gobierno socialista, es un intento por encauzar la crisis separatista catalana.

Para la oposición nacional ese encuentro fue "una vergonzosa rendición" y la "búsqueda desesperada de apoyos" por parte del débil gobierno parlamentario de Sánchez.

Para los radicales independentistas, que ahora copan las principales calles de la ciudad, un "gesto inútil" y una "provocación" del gobierno nacional.

Tensión

Las últimas 48 horas han estado cargadas de "gestos políticos" en la situación catalana. Sánchez y su gabinete viajaron a Barcelona; luego el presidente tuvo un diálogo directo con el independentista Torra y ahora su gabinete mantiene allí una reunión de trabajo.

Todo eso no es del agrado de los radicales independentistas que reclaman ya mismo una separación del Estado español.

En las últimas horas, tanto el gobierno catalán como sus dirigentes encarcelados hace ya un año pidieron "serenidad y nada de violencia" a los radicales de su sector.

"Si perdemos el relato de la serenidad, la paz y la no violencia lo perdemos todo", advirtieron los líderes encarcelados.

Sin embargo, en las últimas horas, una vez más se vieron desórdenes, pedradas, provocaciones y cargas policiales en las principales calles de la ciudad, como protesta por la presencia allí del gobierno nacional.