Análisis: Sin grieta y con respeto cívico, la excepcional democracia uruguaya
MONTEVIDEO.- El domingo Uruguay completó la renovación de su gobierno para los próximos cinco años. El resultado de la segunda vuelta entre el desafiante Luis Lacalle Pou (Partido Nacional) y el oficialista Daniel Martínez (Frente Amplio) fue muy parejo: los resultados del escrutinio primario arrojan un 48,7% de los votos para Lacalle Pou contra 47,2% para Daniel Martínez. Pero habrá que esperar el recuento de los votos observados para confirmar oficialmente el triunfo de Lacalle Pou, que nadie pone en duda.
El nuevo presidente no tendrá mayoría parlamentaria propia, pero ha alcanzado un acuerdo político con otros cuatro partidos que integrarán lo que Lacalle Pou ha denominado un "gobierno multicolor". Estos cinco partidos no solo darán mayoría parlamentaria al nuevo presidente, sino que además tendrán representación en el próximo gabinete de ministros.
El proceso electoral uruguayo dejó a la vista cambios y continuidades. Además de los cambios en la titularidad del ejecutivo y en la composición del Parlamento, hubo transformaciones importantes en el elenco político y consolidación de nuevos actores. En todos los partidos establecidos aparecieron nuevas candidaturas presidenciales y el elenco parlamentario tuvo una rotación que hace tiempo no se registraba. Adicionalmente, surgió un nuevo actor político, Cabildo Abierto, encabezado por Guido Manini Ríos, excomandante en Jefe del Ejército hasta principios de este año, que en su primera elección obtuvo el 11% de los votos.
Pero también hubo continuidad. En primer lugar, el Frente Amplio se mantuvo como el partido más importante del sistema por quinta elección consecutiva. Luego de gobernar durante 15 años, con el desgaste acumulado que ello implica y en medio de un proceso de renovación de liderazgos, el Frente Amplio mantiene un peso importante en el electorado y en la dinámica política uruguaya. Nadie duda de que en los próximos años conformará una oposición sólida.
En segundo lugar, una continuidad muy notoria es el fuerte peso de los partidos políticos. Uruguay es un caso excepcional de una tenaz persistencia de una democracia de partidos. Por último, desde una perspectiva más estructural, en Uruguay se mantiene vigente un país dividido en dos mitades ideológicamente definidas (que emergió como característica razonablemente estable desde 1999 en adelante).
En relación a esto, una continuidad más: el Uruguay es un país políticamente dividido, pero sin "grieta". Las señales de fortaleza institucional y tolerancia política son muchas, pero tres indicadores bastan: en primer lugar, con una diferencia de menos de 30.000 votos entre ambos candidatos, nadie desconfía ni cuestiona el resultado, el procedimiento, ni la institución electoral; en segundo lugar, el mismo día de la elección, el presidente comunicó que habrá una transición ordenada, comentó que ya instruyó a sus ministros a tener toda la información organizada y disponible para que el gobierno electo pueda disponer de ella rápidamente, y nombró a dos figuras de su gobierno para liderar esta transición; por último, el clima de cordialidad entre la militancia en las calles fue no solo correcto sino, quizá, hasta inusualmente cordial.
Una imagen vale más que mil palabras: el día previo a la elección, grupos de militantes de ambos candidatos se encontraron accidentalmente en las calles. La escena termina con abrazos, selfies conjuntas con las distintas insignias partidarias y una entonación espontánea del Himno Nacional que se viralizó en las redes. Nada más que agregar.
El autor es consultor político y analista de opinión pública uruguayo
Ignacio Zuasnabar
Temas
Más leídas de El Mundo
El clan Santo Domingo. Se casó con una noble inglesa, financió a Shakira y multiplicó la fortuna de una de las familias más ricas de América Latina
"Como un perro". El caso de una italiana detenida en Hungría y exhibida con grilletes y cadenas pone a Meloni en aprietos
¿Racismo? Francia busca prohibir por ley la “discriminación capilar”: qué significa y a quiénes afecta