Alfombra roja: Penélope Cruz
La musa de Almodóvar, Penélope Cruz, tiene un buen año, acompañada de dos grandes directores.
A principio de año obtuvo el premio Oscar a la mejor actriz de reparto por el film Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen, lo que le permitió afianzarse en Hollywood.
Sin embargo, la estrella española no desconoce sus raíces y cada vez que recibe el llamado de Pedro Almodóvar, no duda en aceptar la propuesta aunque no sepa de qué se trate.
Con él se lució en el Festival de Cine de Cannes, con el film Los abrazos rotos, que compitió por la Palma de Oro.
Esta es la cuarta vez que Cruz, de 35 años, trabaja con el cineasta -las otras tres fueron Carne trémula (1997), Todo sobre mi madre (1999) y Volver (2006)-, y lo hace en el papel de una actriz atrapada entre su amante, un director de cine, y un empresario rico y despiadado.
En declaraciones a la prensa se animó a hacer una comparación entre su dos trabajos: "No pueden ser más diferentes, mientras Pedro ensaya mucho, a Woody le encanta la improvisación".
Y siguió con respecto a Almodóvar: "El modo en que filma y las ideas que tiene, me enloquecen. Cuando él llega al set con la noticia de cómo todo se rodará cada día, siempre es tan inesperado, tan interesante. Es casi como si la película se convirtiese en una entidad misma y le habla. Pienso que en ese sentido él no tiene ego y realmente respeto eso".
Los elogios fueron retribuidos, puesto que el cineasta dijo de la actriz que es de esos actores "que son viscerales, que son sinceros". "Quiero que estén en profundo contacto con sus emociones, sin nada de por medio, sin prejuicios", completó.
Actualmente a la española se la puede seguir en la pantalla grande en dos producciones más y totalmente diferentes: la adaptación cinematográfica del musical Nine, de Rob Marshall, en el que estará acompañada de grandes como Daniel Day-Lewis, Marion Cotillard, Judi Dench, Nicole Kidman, Kate Hudson y Sophia Loren, y un film animado con Nicolas Cage, G-Force, que llegará a la Argentina en julio.
Impecable. Cruz llegó a Cannes y se enfermó, aparentemente de una indigestión. Sin embargo, nada, nada, evitó que la actriz española luciera espléndida, tal como se la ve en la foto con su look de día en la presentación de Los abrazos rotos. Y eligió muy bien: un vestido tipo cóctel color beige, un recogido informal y tacos muy altos de raso del diseñador Christian Louboutin.
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