Algunos casos para la polémica
Otro caso en el que se solicitaron las dos revisiones de clasificación posibles fue el de Plata quemada (2000), de Marcelo Piñeyro. En primera instancia fue calificada como SAM 18, y así lo fue en las otras dos. Era una película que, con Pablo Echarri y Leonardo Sbaraglia hace 15 años, apuntaba a un mercado que incluía también el segmento adolescente. Algunos medios incluso hablaron de censura. No la hubo, claramente. Era una calificación restrictiva pero que no estaba fuera de sintonía con otras SAM 18 de la época, como Magnolia.
Otra calificación dolorosa para las adolescentes que venían del furor de Leonardo DiCaprio en Titanic fue la de SAM 18 de La playa, estrenada aquí en 2000, cuando el control de ingresos en las salas se había reforzado (la segunda mitad de la década de los noventa había sido más laxa).
Un caso más problemático fue el de Baise-moi en 2003, película francesa que tenía sexo explícito y grandes dosis de violencia pero que no era estrictamente "cine porno" y que había sido exhibida en diversos festivales, incluido Toronto. Baise-moi fue calificada dos veces como "Sólo apta para mayores de 18 años de exhibición condicionada" y el film se enfrentaba a la improbable opción de ser mostrado en "cines pomo". La tercera calificación fue SAM 18 con reservas, pero la película finalmente no se estrenó.
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