Ultima página. Autorretrato
A la bailarina Mora Godoy la apasionan dos cosas: su hija y la danza, en estricto orden de importancia. Puesta a autoentrevistarse, se queda con el estilo incisivo de la prensa del corazón, y cae una y otra vez en los mismos temas: su hija y la danza, naturalmente. En Estonia, donde acaba de empezar su gira europea 2008, se saca un autorretrato, lo baja, lo adjunta, y lo manda.
- ¿Qué cosas la apasionan?
-En primer lugar me apasiona mi hija, jugar con ella, verla crecer. Y en segundo, bailar.
- ¿Cómo cambió su vida en lo personal con la llegada de su hija Bianca?
-Mi hija cambió mi mundo, antes hubiera contestado que lo que más me apasionaba era bailar. Cambió muchísimo mi vida porque ahora todo lo pienso a través de su mirada, de sus decisiones, de sus necesidades. A pesar de que no deje de bailar. Por ejemplo, ahora estoy de gira y me la traje, no la hubiera dejada por nada.
- ¿Y en lo profesional?
-Bailo de forma distinta, me siento más distendida, más feliz. La maternidad me relajó, me hace disfrutar del escenario y la danza desde otro lugar. Tengo mucha felicidad y me siento realizada como mujer.
- ¿Cómo se ve en el futuro?
-Estoy tratando de disfrutar el día a día con mi hija y crezco profesionalmente año a año. Creo que eso tiene que ver con que nunca salté ningún escalón, sino que trabajé sostenidamente para poder estar donde estoy. Cada momento lo viví como único y como el mejor. Esto hace que disfrute del crecimiento y de ser feliz con lo que estoy viviendo, lo que va llegando y lo que voy consiguiendo. Lo demás viene solo.
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