En el Club Ciudad de Buenos Aires, la banda de Dárgelos protagonizó un festival en el que también tocaron Coco, Travesti, Victoria Mil y El Mató a un Policía Motorizado; mirá las fotos.
Se sabe, y ellos también lo saben: el camino a la fama no significa nada si no hay ambición. Materialización pura de ese deseo, el Babafest significó para Babasónicos un acercamiento hacia aquel sumum consagratorio por el que trabajan hace casi dos décadas y también una forma de afirmar su papel activo en la escena rockera local, como padrinos de bandas en ascenso. Y así, con Travesti, Coco, Victoria Mil y El Mató a un Policía Motorizado como parte del lineup convocado (ver apartado), protagonizaron una movida que los emparenta con –y, sí, su mismísima antítesis estética y sonora- La Renga que, en enero de este año, también llevó adelante el Festival de la Huella Invisible en las sierras cordobesas, con la misma finalidad pero quizás con un toque más de megalomanía. La idea de abrazar simbólicamente a estos artistas estrechamente relacionados a nivel musical y profesional (de las cuatro bandas, sólo El Mató… no pertenece al propio sello discográfico de Babasónicos, Bultaco) fue una de las motivaciones y de los logros del Fest. Pero además, Mucho +. La segunda parte de su último trabajo, con temas inéditos y tres remixes, también funcionó como excusa.
Con una puesta visual impactante (pantalla gigante detrás, proyectando colores y algunas palabras pero nunca imágenes de la banda ni del público) y desde una plataforma comunicada por una escalera digna de revista, el show empezó puntual con una seguidilla Mucho: la lúdica "Cuello rojo", "Escamas" y "El ídolo". La aparición abrupta de Dárgelos y sus movimientos siempre soberbios, un segundo antes de que empiece el primer tema, reafirmó la idea de que sigue siendo el mismo; por más que se bañe en humildad, se evapora al rato, pero nadie parece reprocharle esa actitud. El setlist incluyó otra de las promesas de la noche: un recorrido histórico, un tanto random, a través de la discografía anterior a Jessico. Así, sonaron "Natural" de Pasto, "Montañas de agua" de Trance Zomba, "¡Viva Satana!" de Dopádromo, y la distorsionada, abrasiva, "Seis vírgenes descalzas" de Babasónica. Tampoco, claro, faltaron los hits de Jessico y post Jessico: la potente "Soy Rock", "Y qué?", "Carismático", la infame "Yegua", "Los calientes"… Mariano Roger tomó la posta para "Tóxica" también de Jessico y después cantó a dos voces con Migue de Victoria Mil, "Para lelos", de Mucho +.
Obvio, antes de los bises, "Microdancing" terminó convirtiendo el Fest en Fiesta, con los hermanos Rodríguez cantando juntos y bailando a través de todo el escenario. En el bajo, la presencia imponente de un Carca taciturno hizo imposible olvidar la ausencia de Gabo Mannelli: a más de un año de su muerte, la banda sigue y sigue sin caer en la demagogia morbosa. Y el Babafest -en realidad, un gran show de Babasónicos más cuatro previas: la experiencia, hay que decirlo, traza un abismo con respecto a sus protegidos-, plasmó esa necesidad de seguir mutando en busca de la eterna consagración y continuar por mucho y, porqué no, mucho más.
Por Yamila Trautman
Antes, el Fest
Desde las siete, el Babafest comenzó con la presentación de tres de las bandas pertenecientes al sello Bultaco y un invitado especial. Travesti, ese combo surrealista y un poco alucinatorio que acaba de lanzar su tercer disco fue un preámbulo breve y oscuro para la llegada más alegre de Coco. La banda liderada por Noelia Mourier tocó algunos temas de su único trabajo, Oferta, incluido "Sin saludar", compuesto por Dárgelos especialmente para ellos.
Siguió El Mató a un Policía Motorizado. Los platenses tocaron los ya clásicos del indie noise: "Amigo piedra" y "Chica rutera", además de "El día del huracán", de su último trabajo, Día de los muertos. Y Victoria Mil, también en plan de presentación de Están despedidos (tocaron "Resplandor", por ejemplo) agregaron a su breve set algunos de sus hits previos como "El rock vive de mí".
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