B.B. King y Pappo, en un homenaje bien blusero
Músicos locales e invitados en dos jornadas que marcan, junto con otros indicios, un resurgimiento del amor por el género
Tiene temporadas altas y bajas, momentos sublimes y otros más de esperanza que de concreción, pero lo cierto es que el blues en la Argentina se ha instalado, desde el inicio mismo del rock local, con una marca propia y un público fiel que, claro, también se "ensancha" en los tiempos de bonanza, como en los años 90, cuando casi todos los grandes del género -B.B. King, Buddy Guy, Freddy King, James Cotton- visitaban el país.
Por eso, el festival que se realizará hoy y mañana puede leerse como la señal de que una nueva buena racha está comenzando. Y no es el único indicio.
Tiene, para empezar, un nombre grandilocuente, 24 Horas de Blues, con un subtítulo aún más potente: "El festival de blues más grande de la Argentina". Pero lo cierto es que el Gran Rivadavia, en el tan blusero barrio de Floresta, será el escenario de este festejo que servirá también para recordar a dos grandes: B.B. King, a poco más de un año de su muerte, y al gran representante argentino, Pappo.
El tributo al guitarrista de Mississippi será hoy, y estará a cargo de Walter King, sobrino del rey del blues y saxofonista de su banda en el último cuarto de siglo; Herman Jackson, baterista de B.B. por dos décadas, y el guitarrista Carl Stewart. A ellos se sumarán créditos locales, como los guitarristas Daniel Raffo y Alambre González, y el tecladista Nico Raffetta. La noche se completa con Memphis la Blusera, ahora liderada por Daniel "el Ruso" Beiserman; la ex Blacanblus Cristina Dall con su grupo Excipientes, y la gran armoniquista Sandra Vázquez.
La función de mañana tendrá un sabor más criollo, con la participación de grandes referentes locales agrupados para homenajear a Pappo y de paso dar una muestra cabal de lo que significa la versión argentina del género nacido en el delta del Mississippi. Para ello se reunirán en el escenario, bajo el nombre de Ruta 3, Claudio Marciello y Beto Ceriotti, guitarrista y bajista de Almafuerte respectivamente, y Adrián Espósito en la batería.
Antes, y para seguir con el homenaje, la propuesta será andar por otra ruta, la mítica del blues, con Ruta 66, banda que agrupará a Luciano Napolitano en guitarra y voz, Nico Raffetta en teclados, Alambre González en guitarra, Luis Robinson en armónica y Bolsa González en batería. La noche la completan Viticus y Támesis.
Ambos shows comenzarán a las 20, con entradas desde 250 pesos.
Pero, decíamos, no es la única señal de una nueva ola blusera y porteña -no olvidar que desde el mismo origen del rock local el blues ejerció su poder de seducción, con Manal y Pappo a la cabeza-, porque se siguen editando discos que le suman impronta local al género en sus muchas vertientes, en un amplio abanico que va de lo más eléctrico, como Blues Motel y su reciente Abrazo insomnio, hasta la raíz del country blues, como Poetas de overall, que acaba de editar Acqua Records y que reú-ne a Fernando Goin y Yulie Ruth. Entre medio, Celeste Carballo, con su álbum en vivo Se vuelve cada día más loca por amor al blues, que presenta el 16 de septiembre.
Además, para los primeros días de julio está anunciado el estreno del documental de Jorge Senno La noche que quedó grabada, en el que el Tigre es como nuestro Mississippi y hay testimonios de Claudio Gabis y Claudia Puyó, entre otros.
Todo esto puede estar perfectamente acompañado por un libro de lectura imprescindible para los melómanos, Bien al sur. Historia del blues en la Argentina, de Gabriel Grätzer y Martín Sassone y editado por Gourmet Musical. Un material de consulta indispensable que arranca en los orígenes, casi a principios del siglo pasado, con estaciones indispensables como los ya citados Manal y Pappo, pero también El Reloj y Dulces 16, un repaso por clubes que fueron claves, como El Samovar de Rasputín, las visitas más importantes y un recuento del estado actual del género.