Ultima página / España, México, Perú y la Argentina. Cada acento en su lugar
En la vía pública, justicieros ortográficos pegan acentos donde faltan
MADRID.- ¿Cuántas veces uno vio una leyenda publicitaria en la que hace falta una tilde? Pablo Zulaica vio suficientes errores como para tomar cartas en el asunto. Publicitario de 27 años, es de Vitoria y vive en México desde hace dos. Allí comenzó en junio una iniciativa callejera para recuperar las tildes perdidas en los anuncios que cuelgan en la vía pública. En defensa de la ortografía, para "pasarlo bien con la lengua", explica.
Zulaica se define, con orgullo, como un friki de la ortografía. "Es como un reclamo universal para mejorar el idioma", comenta por teléfono. Armado con un paquete de tildes imprimibles , comenzó a corregir los anuncios que adolecían del símbolo o que lo tenían mal colocado. Pronto, otros jóvenes siguieron su idea y se convirtieron en correctores callejeros. En varios casos, con la debida autorización. Pero no cuando se trató de un anuncio de una compañía grande o bien de un cartel político. "Ellos deberían haber puesto especial atención. Era su obligación", justifica Zulaica.
Los políticos, primeros
Son precisamente los políticos los que más incurren en las faltas, tanto en México como en la Argentina o en Perú. "A veces resulta increíble ver que nuestros gobernantes tienen errores en sus carteles. Eso demuestra en parte la poca importancia que dan a sus palabras", explica Rodrigo Maidana, estudiante argentino de 18 años que inició la campaña en su país. El joven relata que no tuvo problemas en la calle: "Explico de qué se trata y la gente lo toma bien". En Perú, es una chica, Lorena Flores, la que empezó con la iniciativa.
Zulaica explica que la fiebre por corregir se extendió a algunos sitios de España, y hasta a Estados Unidos, según las imágenes que ha recibido en su blog. "¡Incluso hay quien pone acentos en Nueva York!´, afirma divertido.
El principal objetivo se mantiene en el carácter lúdico y didáctico de la campaña. "Se trata de generar sonrisas y no enfados", comenta Zulaica. El publicitario, hijo de periodistas, afirma que desde muy joven tuvo interés por la ortografía y que su campaña no persigue ningún fin político. "Pedí a las personas que lo hicieran también en catalán o en gallego. Incluso he tenido contacto con gente de Brasil, que lo quiere hacer en portugués." Sobre qué hace un vasco defendiendo el castellano, comenta que su idea persigue más la disciplina y el aprendizaje que cualquier otro mensaje ideológico: "Si trabajara en chino, lo habría hecho en chino", explica.
Sobre su experiencia en tierras latinoamericanas, Zulaica afirma que la experiencia le sirvió para ser crítico con "el paternalismo que algunos españoles defienden sobre nuestra lengua". Y sigue: "Es muy claro que, por número, buena parte del castellano pertenece a los latinoamericanos. Nuestra lengua, y nuestra cultura, comienza en la Patagonia y termina en Nueva York", concluye.
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